(Victor Hugo Sandoval).- Pan es una artista de la calle. Ella y la calle se conocen muy bien, una calle incierta está llena sólo de público y ella vive de este público cariñoso y de sus aplausos. A veces las calles pueden sentir envidia de los artistas.
Cuando la conocí me di cuenta que llevaba muy bien su nombre artístico, sus movimientos y acrobacias así la avalan. Porque vuela como Peter Pan, mil payasos podrían tirarla de brazos y piernas con la fuerza con la que se descorcha una botella, tirarla hacía atrás como la sal, lanzarla por los aires como una pelota de goma y el público gritaría de terror porque parece que se va a quebrar en dos y entonces… voilà su cuerpo cae en cuatro patas como una gata, como la masa del pan que se amolda al son de nuestros deseos.
¡Qué muñeca negra más peculiar, una que regala clavos de olor como la pequeña de los fósforos que vende calor a los que nos sentimos solos en una fría tarde en el centro de Madrid, a vísperas de Bajada de Reyes, ¿Y quién se esconde detrás de Pan? Danielle Condé Jorge Da Silva, la Pan humanizada. ¿Y esa hace lo mismo que la Pan de las luces y cámaras? Si, porque también es una contorsionista de la vida.
La pillé casi antes de preparar su acto, pintada y vestida toda de negro, un señor medio cegatón que la ve de lejos le dice a su nieta que Pan pintada así parece un demonio; pero los demonios no son siempre negros y los niños que viven, a veces criados por auténticos demonios, siempre tardan en hacerse amigos de extraños. Con Pan, es cuestión de un instante, sin cuerda y a base de una monedita.
Cuando ella hacía su número en los semáforos de las calles del Brasil, al segundo de aparecer la luz roja o el toque del silbato, los coches de carrera, motocicletas, camiones, y demás vendedores que quieren venderte lo inimaginable la rodeaban y no la atropellaban. Ella con su número los desvanecía; pero ellos no podían esquivarla, por el contrario convertía la calzada en su escenario y no se sentía ni nunca se ha sentido intimidada por ese público con ruedas.
Mucho menos ahora cuando piensa en ese jurado que ella espera un día le dé esa beca que pueda mandarla de España a Francia a perfeccionarse en su carrera como contorsionista de circo. Entonces para quienes aun no la conocen tendrá sentido el que ella se haya hecho llamar así. Una artista que nos da pan y circo.
Tantas cosas que se pueden sacar con un nombre tan fácil de recordar: Pan. Y encima tiene nombre del dios Pan, el dios del pánico. ¿Quien sabe? Solo alguien quien conoce y vence el miedo puede subirse hasta lo más alto y hacer los malabares y las contorsiones y haber llegado a los 25 años sin un hueso roto.
Cuando Pan llegue a Francia y le den esa merecida beca, dejará Zaragoza donde vive y quizá su querido Brasil quede más lejos, o quizá más cerca, porque brasileños hay muchos y sobre todo en Barcelona, y ya no habrá saudade do Brasil, Pero ella quiere vivir su vida intensamente con la misma energía con la que se inició en el teatro a los nueve años, haciendo obra tras otra, http://panecirco.blogspot.com/ y sin miedo a que la vida le arranque un solo minuto, ni siquiera cuando en un día de lluvia su show queda postergado o alguien le dice que no puede hacer megafonía en la calle por respeto al público.
Hay que cambiar de número, entonces. Hoy no será una muñeca, será una gata.
O se subirá a una cuerda a contorsionarse como Peter Pan.
La artista mantiene la calma, y entonces toma sus cosas, el show debe continuar, se va de Zaragoza a Madrid o a cuanto pueblo chico exista a vender su arte, así ganará más dinero porque de algo los artistas tienen que vivir. Pero se expone a un vaivén de situaciones, porque ella que vive de la calle se enfrenta al clima, su principal enemigo y veleidoso amigo,
Ya son cerca de la medianoche y ella está de regreso a Zaragoza, quizá descansará un poco para seguir entrenándose y ganar esa beca. ¿Qué tendrá que hacer entonces? ¿Meterse en un cañón y lanzarse a la luna? ¡Cuántas cosas hace esta muñeca! Muchas, la vida de actor no es fácil, sobretodo si se vive de cara al público, no siempre falta un tonto que confunda a los artistas de la calle con mendigos y vagos sin oficio ni beneficio.
Pero la vida no la ha tratado tan mal como podría pensar alguien que años después se atreva a escribir un libro sobre ella. Sigue haciendo lo mismo que hacía en el Brasil y tiene una licenciatura en Lengua Portuguesa, aunque ella no nos hace hablar portugués, sólo nos quedamos boquiabiertos porque no le parpadean los ojos ni se mueve de su pedestal. Uno la mira detenidamente y se pregunta en qué momento cometerá un error, el cuerpo se le vencerá o una mosca se posará en su nariz y entonces dejará de ser una estatua o una muñeca y se volverá de carne y hueso; pero no hay mago que rompa el hechizo ni insecto que se aparezca ni lagrimas que corran por sus ojos afectados por una inercia escalofriante. Pero ¿somos capaces nosotros de dominar el cuerpo o el cuerpo dominarnos a nosotros? Al parecer somos nosotros; pero aunque no lo queramos sentimos hambre y sueño. Sin embargo, los artistas con ambición viven a hambre y sueño. Por eso probablemente Danielle interpreta a un ser inanimado… para no sentir nada de eso.
Datos personales
Nombre completo: Danielle Conde Jorge da Silva, «Pan»
Nombre artístico y por el que todos la conocen: Pan
Lugar de nacimiento: Brasil
Nivel académico: Licenciada en Lengua Portuguesa.
Edad: 25 años
Metas: Ganar una beca en Francia para perfeccionarse como artista de circo.
Reside actualmente: Zaragoza; pero antes vivió en Sao Paulo.
Algo particular: No tiene saudade (nostalgia) del Brasil: pero extraña la libertad con la que cuentan los actores en las calles.
