Resulta difícil creer algo en lo que haya participado Pedro Sánchez, siempre tan tramposo, siempre tan desleal. Ahora aparece una encuesta según la cual de haber elecciones sería un claro vencedor. Pero si puede evitar las elecciones lo hará.
Ha querido recordar este tramposo nato que Rajoy dijo que el PSOE había sido un aliado más leal que Ciudadanos. Pero eso fue después del discurso del Rey del 3 de octubre. Todos los votantes del PSOE no son como él, sino que muchos son muy honrados y le obligan a hacer cosas o mantener actitudes que eludiría si fuera por él. Por eso tiene periodistas que intentan convencer a sus votantes que está haciendo las cosas bien y que los malos son los del PP, partido al que intentan apartar del juego político, utilizando todos los medios a su alcance. Como si el PSOE fuera mejor. Un observador imparcial, desapasionado y bienintencionado vería que el PP ha hecho mucho daño, pero el PSOE más. Pero a los dos juntos les ganan en maldad los nacionalistas y Podemos.
Una cosa es el PSOE y otra distinta Pedro Sánchez, que a lo mejor tiene poco de socialista. Y una bobada que se ha puesto de moda, incluso entre intelectuales de prestigio, y que viene a ser como una red en la que caen muchos peces es el igualitarismo, que es un concepto que no aguanta el embate de la más leve brisa. Es curioso, además, que muchos de los intelectuales que se declaran partidarios, ¡acérrimos!, del igualitarismo luego se comportan como auténticos clasistas; son arbitrarios y caprichosos.
Este presidente que dice que va delante en intención de voto ha recibido en La Moncloa, con todos los honores, a un racista que lleva en la solapa un insulto a los ciudadanos cabales, y además permite que gentuza de la más baja estofa insulte al Rey.

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