Los cinco ejecutivos de Novagalicia que fueron condenados han entrado en prisión. José Luis Olivas también ha recibido pena de cárcel. Y hay otros personajes procedentes de la política o las finanzas que están en la cárcel o han pasado por ella.
Y esto ocurre porque con sus conductas delictivas han perjudicado a la sociedad. Sin embargo, y salvo error, no hay ningún catalufo en la cárcel, a pesar de que bastantes de ellos vienen conculcando la ley con chulería y descaro, y de que con su actitud y sus despilfarros perjudican mucho más a la sociedad que los citados al principio.
Que los Pujol vayan sueltos por ahí sólo puede deberse a motivos que están en la mente de todos. Que haya sinvergüenzas que se quejen de ‘la persecución’ que sufre esa familia demuestra hasta qué punto el nacionalismo es una ideología peligrosa, puesto que enloquece a las personas y saca lo peor de ellas.
Viene a cuento recordar los elogios que continuamente le prodiga Felipe González a ese Pujol, que es el causante de los mayores males de España de los últimos tiempos, al que no duda en calificar de demócrata e incluso de honrado, cuando evidentemente no es ni una cosa ni otra.
El pasado 16 de enero, Dolca Cataluña juntó dos notas de prensa. En una pone que un chico de Granada fue condenado a seis años de cárcel por un robo de 79 euros. Y al lado otra en la que se informa que el fiscal pide cinco años para Oriol Pujol. A lo mejor, luego viene el juez con la rebaja.
La justicia si no es igual para todos no es justicia y en España hay unos cuantos que la van pisoteando, burlándose de ella y tachándola de injusta. Esos no tienen ni idea de lo que es la justicia, ni de lo que es la democracia y alguien se lo tendría que explicar de un modo que lo entiendan.

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