Durante todo el proceso de escritura de una novela uno convive con los personajes a los que va modelando su modo de ser y dando vida.
Al terminarla, se despide de ellos, ya no forman parte de su vida, sino que se disponen a compartir sus vivencias con los lectores.
Cuando Eugenio García de Paredes, en la presentación de Yo estoy loco en el Centro de Arte Moderno de Madrid, me preguntó por lo que había sentido respondí que un gran vacío. Esta presentación estará disponible en vídeo cuando la librería lo pueda colgar. Es un señor muy elocuente, con una bien timbrada y potente voz canaria.
En Benidorm me había presentado la novela unos días antes José Luis Luri, que también tiene una voz muy bonita, puesto que es tenor, y en la presentación hizo gala de la misma pasión que pone cuando canta un aria. También me hizo unas preguntas muy pertinentes.
La librería Llibredorm, como los personajes de la novela, es muy singular, y su dueño, Juan Francisco Moreno Amorós, muy culto y de gran finura intelectual. Quiso leer dos párrafos y eligió uno en el que se habla de Sancho Panza y otro basado en una hipótesis sobre el supuesto destino.
Un amigo que no tiene intención de leer el libro, y mucho menos de comprarlo, me dijo que el discurso del presentador, el citado Eugenio García de Paredes, tiene más calidad que la obra. Eso mismo lo había dicho yo, instantes antes cuando estaba en la mesa. Creo, no obstante, y a pesar de sus intenciones, que más pronto que tarde podrá dar su opinión con fundamento.
Algunos comentarios de personas que han leído la novela me hacen ser optimista, puesto que dicen que les resultará difícil olvidar a los personajes. Todos tienen unas particularidades que permiten distinguirlos y quizá más de un lector o lectora quisiera encontrarse con ellos en un bar.
‘Paris-Austerlitz’
‘Internet negro’
‘Manual de insultos para políticos’
‘Los hombres que susurran a las máquinas’
‘Al pie de una pared sin puerta’
‘A pesar de los pesares’
‘El árbol del silencio’
‘El bucle’