Le hacen una entrevista al Monedero padre en un digital que presume de ser libre y fiable y en todo el texto publicado no aparece ni una sola idea digna de mención. No salen más que ocurrencias y lugares comunes de la boca de este señor, cosa que a nadie debe de pillar por sorpresa.
Ya tiene una buena edad el hombre y otros con menos años a sus espaldas resultan mucho más interesantes. Han aprovechado su tiempo de vida para aprender cosas y de ahí que luego tengan ideas que pueden ser útiles a los demás.
Le han hecho la entrevista porque parece ser que se inscrito en Vox, e incluso irá en las listas electorales, aunque en último lugar, de este partido. Sorprende tanto que haya ingresado en Vox como el hecho de que se le haya aceptado. Quizá se deba a la necesidad de un aporte publicitario.
Por lo visto, este personaje había manifestado anteriormente su admiración por Esperanza Aguirre, de donde se desprende que lo ha aprendido esta familia de la vida es a manejarse mediante oportunos golpes de efecto, a los que luego saca partido.
Tanto el padre como el hijo demuestran muy poco interés por lo que llaman ‘la gente’. Para ellos, ‘la gente’ es todo aquel que entre en su juego. Aquellos a los que de verdad les interesa el prójimo acaban siendo sabios, aunque jamás hayan ido a la escuela y carezcan de instrucción. Son sabios porque nunca han examinado al Otro con el fin de averiguar el modo de tomarle el pelo o servirse de él, sino para serle útil. Y entonces aprenden el sentido de la vida.
Las actuaciones de los Monedero están encaminadas a lograr la popularidad, para vivir de ella. En un momento en que el hijo parece estar en segundo o tercer plano, el padre ha tocado la tecla con la pretende devolverlo al primero.
‘El árbol del silencio’
‘El bucle’
‘Versus’
‘Volver a Canfranc’
‘Condesa Natasha Brasova’
‘La invención del reino vegetal’
‘La eficacia de la creatividad’
‘Yrha y Luna, caminos cruzados’