El inicio de diciembre es un buen momento para recordar que dentro de poco habrá que felicitar la navidad. En la actualidad, para la mayor parte de las felicitaciones se usan los medios modernos, pero siempre es conveniente reservar unos pocos casos para el método tradicional.
En este sentido conviene tener en cuenta a la Asociación de Pintores con la Boca y el Pie, que durante todo el año hacen unas tarjetas muy bellas y que merece la pena que se utilicen al menos en este tiempo.
La navidad era la época en la que se daba más cabida en los corazones a los buenos sentimientos. Hoy en día todo eso se ha diluido y son otras las formas de vida. Quizá sea el momento de recuperar aquel espíritu. Los pintores con la boca y el pie merecen ayuda, eso es lo primero que salta a la vista. Para lo segundo, hay que detenerse un poco a pensar y hacerlo con generosidad: No es ayuda lo que merecen, aunque también, sino admiración. Si pintar con las manos es complicado para la mayor parte de la gente, hacerlo con la boca o con el pie viene a ser heroico.
Pero es que además estas personas infunden un mensaje de optimismo. Todos corremos el riesgo de sufrir un percance en la vida, por mucho cuidado que pongamos. Hay muchas cosas que no dependen de nosotros. Y resulta que se puede vivir y disfrutar de la vida, aún en las peores condiciones. Me imagino a una de estas personas pintando cualquier cosa, llena de ilusión. Por pintar bien el cuadro, por captar la esencia de la escena que pinta, por acertar en los colores, y, al final de todo, por que haya alguien a quien le guste el cuadro.
Yo creo, para finalizar, que estas personas merecen el aplauso y el apoyo de todos.
Molestia Aparte II
‘Conceptos de inteligencia’
‘El paraje de Las Brujas’
‘Teoría General de la Evolución Condicionada de la Vida’
‘Escucho otra Cadencia en mi Memoria’
‘Dos veces bueno’
‘Cantar de Mío Cid’
‘Mauthausen, después’