Es una realidad innegable que hay que limpiar los montes. Este año no ha habido demasiados incendios, pero este hecho se debe más a la casualidad de haya llovido de vez en cuando que a las labores de prevención.
Para la próxima estación veraniega habrá más maleza acumulada y como esté seca las llamas se van a ver desde San Francisco.
Lo que ocurre es que estos tipos que han hecho de la política su modo de vida se han gastado todo el dinero y han endeudado hasta a nuestros tataranietos o más. Porque mientras estén ahí seguirán gastando. Y como se han gastado todo el dinero, no les queda para cosas necesarias, entre ellas la limpieza de los montes. Iba a decir que son buenos, como los angelitos del cielo, porque se les ocurren soluciones: Que los limpien los parados. Lo que ocurre es que esa idea no se les ocurre a los angelitos del cielo, sino a Satanás.
¿Qué culpa tienen? La mayor parte de los parados ha cumplido con sus obligaciones durante el desempeño de su actividad laboral, e incluso han hecho la pelota, según se les exigía. Porque en España los jefes exigen que se les haga la pelota. Incluso los presidentes del gobierno y de las Autonomías exigen eso. Y a pesar de todo eso, cuando sus empresas han ido mal, a causa de las malas decisiones de sus directivos, los han despedido. Y encima los quieren humillar obligándolos a hacer esas tareas.
Nunca se ha propuesto que el ex presidente de la caja tal, que la hundió, o el consejero tal que no se enteraba de nada, vaya a limpiar los montes. ¿Por qué no mandan a limpiar los montes a todos los banqueros cuyos bancos o cajas han recibido dinero del Estado? Dinero a fondo perdido. ¿Y por qué no a los políticos corruptos o que viven permanentemente en Babia?
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