(PD).- El escritor y periodista César Vidal es además un experto grafólogo, pese a que rara vez ha dado a conocer sus numerosos estudios en esta materia. En rigurosa exclusiva para ÉPOCA, Vidal analiza en estas páginas la caligrafía de José Luis Rodríguez Zapatero, un estudio extraordinariamente revelador de la personalidad del presidente del Gobierno.
La muestra de letra utilizada para el análisis proviene de una carta remitida por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a su poeta de cabecera Antonio Gamoneda el 22 de noviembre de 2007, felicitándolo por la concesión del título de Hijo Adoptivo de León.
De entre los rasgos psicológicos que deja de manifiesto la escritura del autor de la carta, sin el menor ánimo de ser exhaustivo, he seleccionado algunos que me parecen especialmente relevantes en la medida en que permiten trazar un esquema de la psicología del sujeto analizado y proporcionarnos herramientas que permitan comprender las causas de no pocas de sus actuaciones y comportamientos.
Sentimiento de inferioridad
Quizá sea éste el rasgo más llamativo de la personalidad del analizado. Enormemente revelador resulta que el autor de la misiva deje de manifiesto en varias ocasiones un notable sentimiento de inferioridad que, posiblemente, discurra por terrenos inconscientes, pero no carentes de una profunda influencia.
Cuando se examinan las emes mayúsculas que figuran al inicio de la carta (“Mi”) y al final (“Madrid”), es fácil percibir cómo el monte, que va referido al yo, el de la izquierda, aparece trazado con una marca claramente inferior al monte de la derecha, que se refiere a los demás, a los otros.
En ambos casos, puede verse cómo el autor del cuerpo de letra ve su yo situado por debajo de los demás. Significativamente, en el segundo de los ejemplos, ese sentimiento de encontrarse en un plano de clara desventaja con respecto a los otros.
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