(PD).- El presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, declaró como imputado en el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) ante el magistrado de la rama valenciana del llamado «caso Gürtel». Camps admitió vínculos de amistad con Álvaro Pérez, «El Bigotes» -presunto «cabecilla» en Valencia de la red corrupta liderada por Francisco Correa-, pero el presidente autonómico rechazó haber recibido de él regalos. Del mismo modo, defendió la plena legalidad de las adjudicaciones de la Administración y negó de forma categórica que Pérez hubiera tenido un trato de privilegio.
Camps está imputado por un presunto delito de cohecho que, de acuerdo con el auto del juez Baltasar Garzón, habría cometido al permitir que las empresas de la trama de Francisco Correa abonaran facturas por importe de 12.800 euros en concepto de ropa adquirida en Madrid, en los establecimientos «Milano» y «Forever Young».
Ayer, en su comparecencia ante el juez instructor José Flors y según fuentes del caso, Camps declaró que pagó los trajes en metálico, por lo que no aportó facturas que acreditaran la adquisición de las prendas que, según el auto de Garzón, fueron encargadas entre 2006 y 2008 y abonadas por Orange Market y Diseño Asimétrico S.L. y Servimadrid Integral S.L., empresas integradas en el entramado encabezado por Correa.
El presidente de la Generalitat Valenciana explicó que abonó las compras en metálico y al contado, pero que no guarda comprobantes; indicó que le une a Álvaro Pérez una relación de amistad, y aseguró no recordar si se le obsequió con alguna prenda de ropa.
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