En una pequeña localidad del norte de Italia, a escasos kilómetros de Venecia, el líder etarra Josu Ternera lleva más de año y medio perfectamente localizado por agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), sin que se haya procedido a su detención a pesar de que sobre él pesa una orden de busca y captura. Mientras el Gobierno presume de la eficacia y la dureza de los últimos meses en la lucha contra ETA, Ternera es, a todas luces, la baza que el Ejecutivo quiere preservar ante hipotéticas negociaciones de futuro.
Visiblemente más delgado, incluso demacrado, José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, Josu Ternera, el único dirigente importante de ETA desde 1960 que ni ha muerto ni está encarcelado -a excepción de Eugenio Etxebeste «Antxón», que pasea su libertad por San Sebastián, mantiene una vida relativamente apacible en un pequeño municipio de poco más de 10.000 habitantes situado en la provincia italiana de Pordenone, a escasos 130 kilómetros de Venecia, según desvela el semanario Época.
Según ha podido saber este semanario, Ternera, pieza clave de las negociaciones entre el Gobierno de Zapatero y ETA, reside en aquella localidad desde que, en junio de 2007, la banda terrorista decretara el fin del alto el fuego.
De hecho, existen testimonios gráficos, fotografías recientes que obran en manos del CNI, en las que se identifica a Josu Ternera en su nuevo refugio itialiano, una casona rústica, con tejado de pizarra y rodeada de viñedos a través de cuyos grandes ventanales los agentes españoles han podido captar nítidas imágenes de este veterano del terrorismo etarra.
