Los sindicatos insisten en movilizarse contra Aguirre pero siguen muditos frente a la crisis de ZP

(PD).- Día de movilizaciones en Madrid. Otra vez. Los sindicatos han vuelto a hacer un llamamiento para defender a la escuelas públicas de las garras de Esperanza Aguirre. Siempre Esperanza Aguirre. Mientras, y cuando cerca de 7.000 españoles van cada día al paro, estos mismos representantes de los trabajadores permanecen muditos frente al Gobierno de ZP. Muy cantosa la estrategia.

Han sido cerca de 600.000 alumnos de la Comunidad de Madrid los que se han visto afectados por la huelga convocada en la enseñanza pública por los sindicatos principales del sector que reivindican una apuesta por la educación de calidad y se muestran en contra de la política que el Gobierno de Esperanza Aguirre está llevando en esta materia durante los últimos años.

Bajo el lema ‘Por la Enseñanza Pública: No a las privatizaciones, por la dignificación de sus profesionales. Por un acuerdo educativo’, los sindicatos quieren reunirse con la Administración para ampliar la red pública de centros y paralizar la externalización de los servicios.

El llamamiento lo han hecho a cerca de 50.000 profesores de escuelas infantiles, casas de niños, colegios e institutos, un equipo de docentes de la Comunidad que, a juicio de los convocantes de la movilización es escaso, puesto que reclaman la presencia de alrededor de 4.500 profesores más así como recursos económicos para tener un sector educativo madrileño de calidad, que también ayude a salir de crisis.

Asimismo, quieren que se reconozca la función educativa de todos los trabajadores de la Enseñanza y el desbloqueo de la negociación del Convenio colectivo y del acuerdo de funcionarios del Personal de Administración y Servicios (PAS) de la Comunidad de Madrid.

Del mismo modo, reclaman la convocatoria inmediata de las oposiciones pendientes, aunque el Gobierno regional ya ha dado luz verde a una oferta de empleo público de la que saldrán más de medio millar de plazas para educadores.

El éxito, como siempre, relativo. La calle de Alcalá cortada por unos sindicalistas que, insistimos, no tienen nada que decir ni que protestar contra las medidas de un Gobierno que están llevando a puñados y puñados de españoles a las filas del INEM. Pero eso es otra historia. Y en ésta no sale Esperanza Aguirre.

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