(PD).- El presidente del Partido Nacionalista Vasco, Íñigo Urkullu, ha llamado insistentemente en las últimas horas al presidente del PP, Mariano Rajoy, para intentar, a la desesperada, un pacto de Gobierno que incluya la cesión de una vicepresidencia, y de dos carteras de la importancia de las de Interior y Educación. Rajoy no ha querido pronunciarse porque en estos momentos su formación está sosteniendo reuniones sucesivas con el PSOE en el País Vasco.
Contra todo lo que se ha dicho, en la primera reunión oficial no sólo no se llegó a ningún acuerdo, sino que hubo un desencuentro total en las posturas de populares y socialistas a la hora de materializar el ‘cambio’. El PSE, en boca de sus negociadores más inflexibles, exigió al PP un voto en la sesión de investidura “a cambio de nada”, según informa lanacion.es.
El PP contraatacó exigiendo un documento firmado que incluya los siguientes aspectos: respeto escrupulosos a la Constitución, compromiso de no reformar el actual Estatuto de Guernica, modificación de la actual ley educativa para permitir una enseñanza voluntaria en castellano, cambio radical en el tratamiento hacia ETA y su entorno en los medios de comunicación públicos y reestructuración de la Policía Autónoma para que combata a la banda terrorista sin complejos. El PSE se negó en principio a aceptar sumisamente estas condiciones.
Son pues dos planos de negociación que, curiosamente, pivotan sobre la responsabilidad del Partido Popular. A estas horas, lanacion.es puede afirmar lo que sigue: el PP apoyará la investidura de Patxi López, pero si no hay compromiso firmado, se reservará la posibilidad de, día a día, llegar a acuerdos puntuales con el PNV. Algo que haría imposible la gobernabilidad de López.
