El sastre: «Pagaban los trajes de Camps con un fajo de billetes de 500 euros»

El sastre: "Pagaban los trajes de Camps con un fajo de billetes de 500 euros"

(PD).- El presidente valenciano ya ha salido a la palestra asegurando que se trata de «una mentira más», pero la falla que le monta El País es de envergadura. En portada, a cuatro columnas, con fotito y destacando en rojo el nombre del sastre que hace las declaraciones, titulan: «Pagaban los trajes de Camps con billetes de 500 euros«.

La ciudad de Valencia ya está hasta los topes y todavía quedan horas para la plantà de los principales monumentos, el acto que tradicionalmente da inicio a la semana fallera, pero no es de las fiestas de lo que se habla a estas horas en el palacio de la Generalitat.

Probablemente, lo que más preocupa, obsesiona e irrita al presidente Camps y a los dirigentes populares es lo que publica el diario del Grupo PRISA.

Camps ha afirmado este domingo, apenas leer El País, que está «más animado que nunca».

El president de la Generalitat afirma que cada semana se publica «una mentira nueva, que además se contradice con la mentira de la semana anterior», sobre su supuesta relación con la trama de corrupción que afecta al PP y que investiga el magistrado Baltasar Garzón.

Ha dicho a los periodistas que si «cotejan mentira tras mentira, se darán cuenta de que al final todo es una tremenda incoherencia».

Camps asegura confiar plenamente en la Justicia y en una verdad que, se ha mostrado confiado, «resplandecerá sobre la mentira y sobre la insidia».

EL SASTRE DE LOS ELEGANTES

El sastre, que se llama José Tomás como el gran torero y figura como «testigo» en la causa que impulsa el juez Garzón contra altos cargos del PP valenciano y madrileño, ha concedido una entrevista a El País.

Cuenta el tipo que la primera vez que tomó medidas al presidente valenciano fue en la tienda de Milano, en la calle de Serrano de Madrid. Pero los cuatro trajes que encargó Camps los confeccionaron mal y los devolvió. Después continuaron la relación cuando Tomás ya estaba en Forever Young y Camps se desplazaba a Madrid por compromisos políticos:

«Siempre que venía a Madrid, Camps se alojaba en el Ritz. Él me llamaba por teléfono cuando salía de Valencia o desde el coche y me decía a la hora que llegaba al Ritz. A su llegada yo ya le estaba esperando en el hotel y subía a su habitación. La primera vez le tomé las medidas y las dos siguientes le mostré algunas telas o una americana que le había hecho».

Afirma que Francisco Camps era un cliente exigente, pero muy amable.

El montante de las ventas de Tomás a Camps, según la contabilidad en poder de Garzón, ascendió a 12.783 euros. Para lo que se tarifa entre empresarios, políticos y famosos, Camps no era, según su sastre, de los más derrochadores. Nada que ver con el empresario festivalero Álvaro Pérez, El Bigotes.

EL DESPIDO POR BOCAZAS

El sastre José Tomás García fue citado a declarar por la policía cuando alguien le sopló a la Fiscalía Anticorrupción que se estaban regalando trajes a políticos valencianos que luego pagaba Orange Market, una empresa vinculada a la trama de corrupción comandada por Francisco Correa.

La policía interrogó a Tomás sobre sus clientes, tanto de Milano -tienda en la que había trabajado durante 32 años- como de Forever Young, una continuación de la primera dirigida por Eduardo Hinojosa, de la familia propietaria de la firma Cortefiel.

Entre los clientes figuraba el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps. A Camps y Tomás los presentó Álvaro Pérez, El Bigotes, otro de los empresarios de la trama.

Después de declarar ante la policía, Tomás hizo lo propio ante el juez Baltasar Garzón, y un día después fue despedido de su empresa.

LAS LLAMADAS AL MÓVIL

Dice el Sastre que Camps le ha llamdo con frecuencia, pero añade que no han hablado.

«El domingo 8 de febrero, antes de mi declaración ante la policía, me llamó cuatro o cinco veces. Le noté muy nervioso. Me preguntó si habría alguna factura de Milano a su nombre. Yo le tranquilicé diciéndole que los cuatro trajes que encargó a Milano se habían devuelto y eso había sido antes de los encargos a Forever Young. Fue cuando me dijo que Álvaro era un bocazas».

«Es cierto, mientras estaba declarando [ante la policía] tenía el móvil abierto y me llamó entre ocho y diez veces. No cogí el teléfono y no he vuelto a hablar con él. Creo que ya estaba fuera de lugar. Todavía siguió llamándome un par de días más».

LOS PAGOS EN METALÍCO

El sastre explica que la práctica habitual con los clientes importantes, como Antena 3, Tele 5 o la Comunidad Valenciana, era contabilizar los productos vendidos como «vales pendientes de cobro».

Cada varios meses, una persona de Orange Market, Cándido Martínez, se ponía en contacto con el responsable de facturación de Forever Young, Javier García Fernández, con el que cuadraba los vales pendientes.

Los pagos en metálico los hacía el ex dirigente del PP gallego Pablo Crespo, número dos de Correa y administrador único de Orange Market. «Venía cada seis meses aproximadamente con un fajo de billetes de 500 y pagaba 30.000 o 35.000 euros. La última o las dos últimas veces pagó Orange Market mediante transferencias bancarias». Según Tomás, Pablo Crespo pagó a Forever Young en 2005, el primer año de sus relaciones con ellos, entre 60.000 y 70.000 euros. Después, hasta 2008, algo menos: entre 50.000 y 60.000 euros anuales. Esas cantidades incluirían los trajes no sólo de Camps y de los cargos valencianos señalados por Garzón, sino también los de Álvaro Pérez y otros miembros de la trama.

Para documentar esos pagos se emitían facturas que ahora han aparecido cargadas a Orange Market, Diseño Asimétrico o Servimadrid Integral, empresas todas de Francisco Correa. Los «conceptos falsos» que se utilizan para justificar el despido del sastre se refieren al detalle de las facturas: «metros de tela blanca», «tela para tapizar», «batista suiza», etcétera.

EL AUTO DE GARZÓN

– Según el auto de Garzón, entre 2006 y 2008 Francisco Camps recibió «en especie» -en trajes- 12.783 euros de la trama corrupta comandada presuntamente por el empresario Francisco Correa. De esa cantidad, 4.700 euros corresponden a trajes a medida de la tienda Milano, y otros 8.083 euros a ropa de Forever Young, ambas en Madrid.

– La lista de regalos no está detallada, pero en ella figuran al menos dos trajes, cinco pantalones, una chaqueta deportiva, una chaqueta austriaca, una americana sport, una deportiva Barbour, una chaqueta fantasía y un cinturón de piel. También un esmoquin que el presidente valenciano lució en un acto oficial en Nueva York, y un chaleco para una recepción en el Vaticano.

– El juez sostiene que todos esos regalos fueron pagados a las tiendas por las empresas de Correa a través de cheque o transferencia bancaria, salvo un pedido de 3.300 euros cuya forma de pago se desconoce.

LOS AGUJEROS DEL AUTO

El análisis que ha ha hecho la Generalitat Valenciana de ese auto, detecta al menos 10 grandes «agujeros»:

Incongruencia
Considera facturas que el auto tilda de falsas

La instrucción otorga credibilidad a los supuestos cobros recibidos por los representantes del PP pese a que el propio auto define como «facturas falsas» las operaciones financieras ficticias del grupo para acreditar una actividad con la que disimular los ingresos ilícitos. Además, los conceptos recogidos tampoco están claros.

Errores cronológicos
Actos cuando no estaba creada la empresa

El auto judicial afirma que en la empresa Orange Market aparece un archivo con el nombre de «congreso regional de Valencia» que va desde septiembre de 2002 hasta enero de 2003, en el que cita varios apuntes, tanto en «A» como en «B». Parece complicado que esta sociedad pudiera emitir facturas durante 2002 cuando Orange Market se constituyó en 2003 y empieza a operar efectivamente en 2004.

Baile de números
La financiación irregular no cuadra

El escrito del juez Baltasar Garzón se refiere a una supuesta financiación irregular al «PP de Valencia», aunque rápidamente puntualiza que es un extremo sin confirmar y que deber ser investigado. Pero lo más grave es que los supuestos fondos logrados por los populares con la trama no cuadran.
Primero se cita un dinero de «procedencia desconocida» que llega al PP por un total de 420.000 euros, pero después recoge que «consta una entrada de procedencia desconocida y, en el reparto de la misma, corresponden 420.700 euros».
El auto explica que, como concepto, aparece «PP VLC», de lo que presupone que «se distribuyó para algo relacionado con el Partido Popular de Valencia».

Productos que no casan
Facturas por conceptos que no se comercializan

La tienda Forever Young tiene un papel clave en la supuesta trama de soborno de la Comunidad Valenciana. Sin embargo, el auto reconoce que la elaboración de las facturas se realizan por conceptos que ese establecimiento no comercializa, como metros de tela, seda natural, batista suiza azul y Oxford algodón, y «por cuantías que no se corresponden» con los pagos, ya que presentan agregados distintos pedidos a cuenta de ropa.
De esta forma, recoge que «la elaboración de las facturas responde a las necesidades que precisa la organización» para poder llevar a cabo sus supuestos fines delictivos.

Prenda inexistente
Un chaleco blanco que nunca apareció

El auto se refiere a varias prendas de vestir que el presidente de la Generalitat Valenciana habría recibido por parte de las empresas investigadas, entre ellas, un chaleco blanco que debía vestir Camps en una recepción del Papa en el Vaticano. Sin embargo, como ya informó ABC, el presidente valenciano vistió un chaleco negro en aquella ocasión.

Nexo causa-efecto
No prueba la relación con las adjudicaciones

Los abogados de la Generalitat defienden que el auto judicial no muestra el vínculo entre los supuestos pagos en especie a los representantes políticos del PP valenciano y las posteriores adjudicaciones de distintos stands de la Comunidad en certámenes turísticos como Fitur. Ninguna de esas adjudicaciones fue recurrida, por lo que el protocolo para la elección de adjudicatario se considera correcta y no puede deducirse contraprestación, según la doctrina del Tribunal Supremo.

«Pifias» geográficas
Miami no es un país, ni una capita

El auto asegura que la organización y sus empresas tenían negocios «en países tales como China, Azerbaiyán y Miami» (sic). Después se refiere a la ciudad de la costa este de Estados Unidos como «esta última capital», cuando Miami no es la capital de Florida, sino que lo es la ciudad de Tallahassee. Dos errores en un solo párrafo.

Problemas con las siglas
Confusión con el nombre del partido

Garzón crea confusión a la hora de nombrar a la estructura dentro del Partido Popular. En la cuarta conclusión cita «los gastos del congreso del Partido Popular en Valencia facturados por Orange Market SL y abonados por el PPV» (sic). «PPV» se referiría al PP provincial de Valencia o al municipal de la capital autonómica, no al estamento regional de la organización que lideran Camps y Ricardo Costa, que se denomina Partido Popular de la Comunidad Valenciana (PPCV).

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