¿Está Rubalcaba haciéndole la cama a De la Vega?

(PD).- Hace sólo un año de la foto de la victoria. Con la madrileña calle Ferraz a reventar, con un público entregado, un exultante Zapatero era aclamado al grito de «¡presidente, presidente, presidente!». Nada le hacía prever aquella noche del 9 de marzo al jefe del Ejecutivo que se le avecinaban doce meses negros en su estancia en el Palacio de La Moncloa.

En este tiempo, Zapatero ha visto como la negada crisis económica ha llevado al paro a más de un millón de españoles. La cifra, sin maquillajes, roza ya los 4 millones. Datos que pasan factura. Con el CIS en la mano, el presidente del Gobierno ha obtenido las peores notas de su historia. Pero también se ha vivido la primera dimisión forzada de un ministro, el de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, que este mismo martes ocupó su escaño como diputado por Murcia en el primer pleno al que asistió tras su cese.

Con esta situación, sectores socialistas creen que el Gobierno necesita un impulso, que entren pesos pesados, ministros con un perfil más político. Y menudos rumores recorren los cenáculos de la Villa y Corte. Uno de ellos, según ha podido constatar Garganta Profunda de El Semanal Digital, apunta a maniobras entre bambalinas del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, para sacar del Gabinete a la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega. Su objetivo está claro: ocupar el espacio que De la Vega dejaría vacío.

Ahí queda eso. El run run circula entre cuadros medios socialistas. Rubalcaba seguiría aspirando a colocarse en su lugar (ya lo intentó al inicio de esta segunda legislatura y forcejeó con Zapatero para lograrlo) o, en su defecto, ver ya a la titular de Defensa, Carme Chacón, como la «número dos» del Ejecutivo. Desde luego, Chacón, que se ha consolidado como la ministra mejor valorada y cuyo futuro está garantizado, siempre será mucho más abierta a dejarse enredar por el veterano político que De la Vega.

La presumible insistencia de Alfredo Pérez Rubalcaba ante José Luis Rodríguez Zapatero sobre las bondades de una nueva apuesta al frente de la vicepresidencia se ha propagado de boca en boca como si de un marketing viral se tratara. Mientras tanto, en el entorno de María Teresa Fernández de la Vega los rumores les dejan perplejos, sin saber de dónde vienen. Y, sin embargo, no terminan de fiarse. Si hay alguien capaz de muñir entre las sombras una operación contra la mismísima «vice» ese es Rubalcaba.

La salida del Gabinete de De la Vega en una próxima remodelación va cobrando fuerza, con o sin Rubalcaba en la tarea de hacerle la cama. Existen ya voces en la Ejecutiva Federal del PSOE que consideran que «se ha agotado el tiempo de Teresa». Aunque, tal y como advierten en el Palacio La Moncloa, el presidente es imprevisible: «Las crisis de Gobierno se suelen conocer cinco minutos antes».

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