(PD).- Feijóo ha aprobado con matrícula el examen de reunificar el PP gallego y devolverlo al poder. El Partido Popular ha arrasado en las cuatro provincias gallegas, perforando especialmente a la izquierda en A Coruña y Pontevedra. Los gallegos han castigado a un gobierno bicéfalo que apostó por la imposición lingüística y se dejó llevar por la ostentación y el lujo de nuevo rico. A los pijos Touriño y Anxo Quintana se les acaban los Audis y los yates.
Clave ha sido que el Partido Socialista se haya arrojado en brazos del nacionalismo gallego. Miles de votantes de izquierdas, que son galleguistas, pero no nacionalistas, han evitado votar a Touriño para no entronizar de nuevo a Quintana. A mayores, guste o no, y aunque muchos lo vean políticamente incorrecto, en las grandes ciudades había un malestar real por la escolarización de muchos niños en un idioma que no es el que emplean en su vida diaria familiar, tal y como analiza Luis Ventoso en la Voz de Galicia.
El Bloque se ha enredado en concursos vidriosos, oposiciones a la carta, redes clientelares, el despipote del Gaiás… El gusto por la ostentación, un poco al modo del nuevo rico, ha sido otra seña del efímero bipartito.
La guinda de este snobismo han sido las fotografías de la relación entre el vicepresidente de la Xunta y líder del BNG, Anxo Quintana, y el constructor Jacinto Rey. El empresario, promotor del recién nacido diario nacionalista gallego Xornal ha sido el octavo aspirante que más ha recibido en el reparto eólico en Galicia, con 142 megavatios, a pesar de no tener casi experiencia en el sector energético. Se trataba del mayor negocio público de la historia de gallega, como informó PD, y los amigotes del nuevo diario -con yate- han salido bien parados.
Coches de lujo, despilfarro en los despachos, viajes a Cuba, vueltecitas en yate con empresarios,… Vicios de nuevo rico -con dinero público- que han hartado a los votantes gallegos.
EL FACTOR FEIJÓO
El factor Feijóo ha sido clave para desmantelar una Xunta socialista-nacionalista. Según escribe José Luis Jiménez en ABC,
El retroceso vivido en las elecciones generales de 2008 tampoco ayudó e hizo que surgieran nuevas dudas alrededor de la oposición de Feijóo. Los resultados de ayer disipan toda sombra.
En estos tres años, Feijóo ha mantenido el «reformismo» y el «galleguismo» como las líneas de actuación de su partido. Acusado por la oposición de ceder al discurso centralizador del PP nacional, el popular gallego fue responsabilizado de «traicionar a Galicia» al impedir un nuevo Estatuto de Autonomía que cedía a las presiones de los nacionalistas.
Alberto Nuñez Feijóo se convierte así en un puntal del «marianismo».
