El PSE de Patxi López evitará pactar con PP y UPyD confiando en que le dejen gobernar en solitario

(PD).- Después de los resultados electorales de ayer que por primera vez apartaron al nacionalismo de su posición hegemónica en Euskadi, los socialistas vascos, con 24 diputados, estarían dispuestos a aceptar el apoyo del PP (13) y de UPyD (1) para alcanzar la mayoría absoluta en la cámara vasca -de 75 diputados- aunque prefieren un gobierno «en minoría», según ha asegurado este lunes Pepiño Blanco.

El vicesecretario general, que no descarta un apaño con el PNV, argumenta que no se puede reeditar una política de «choque de trenes» en el País Vasco.

Tras conocer cómo será el reparto de escaños en el Parlamento de Vitoria, el aspirante del PSE Patxi López, confirmó ayer que no renunciaba a presentar su candidatura y a terminar con una política de enfrentamiento de la que acusa Ibarretxe. «Me siento legitimado para liderar el cambio en Euskadi», afirmó anoche López apoyado por sus militantes y simpatizantes, que celebraban los resultados como un triunfo pese a ser sensiblemente inferiores a lo que en un principio señalaban las encuestas.

El líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, ha subrayado su predisposición para permitir un giro político en esta comunidad dando su apoyo al PSE. «Si quieren el cambio, en el cambio estamos nosotros», ha afirmado en la Cadena Ser Basagoiti, quien ha destacado que los 13 escaños obtenidos por su formación son «determinantes».

Ante la posibilidad de que la mala relación entre socialistas y populares pueda dificultar el acuerdo, Basagoiti ha puesto énfasis en que es «mucho más importante el interés general y lo que se juega en el País Vasco» que los conflictos entre Génova y Ferraz.

Y esta postura cuenta con el respaldo de la Ejecutiva del PP, como ha vuelto hoy a dejar claro su portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría: «Nosotros siempre hemos querido un cambio en Euskadi y esa es nuestra posición».

El holgado y a la vez insuficiente triunfo de Juan José Ibarretxe le deja sin garantías para gobernar. Los 30 escaños logrados por el PNV, unidos a los cuatro de Aralar, y los tres de sus anteriores socios, EA y EB, son insuficientes frente a los 24 del PSE, los 13 del PP y el alcanzado por partido de Rosa Díez (UPyD), que unidos darían la mayoría a los no nacionalistas.

El auge del independentismo que rechaza la violencia, al pasar Aralar de uno a cuatro escaños, se ha producido en las primeras elecciones sin la participación de Batasuna o continuadores de esta formación, mientras que el voto nulo que solicitaba el entorno de ETA tras la suspensión de D3M alcanzó un 8,84%.

Apoyo de UPyD

El que será nuevo parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, ha señalado que prestará su apoyo a quien trate de formar un Gobierno «constitucionalista» que no busque la división de los vascos. «Después de 32 años de Gobierno nacionalista o pseudonacionalista ha llegado el momento de cambiar las cosas- Los ciudadanos vascos tenemos derecho a eso y eso es lo que le pediremos al nuevo lehendakari», ha indicado Maneiro.

En parecidos términos se ha manifestado Rosa Díez, quien ha asegurado hoy que su partido será «una alternativa para el nacionalismo». «La mayor responsabilidad de que haya un gobierno constitucionalista o no la va a tener el PSOE, que tendrá que determinar si quiere ocupar la lehendakaritza o liderar la alternativa», ha añadido Díez.

Sin embargo, la necesidad del apoyo de UPyD está todavía en el aire. El voto por correo podría todavía introducir un cambio decisivo en el reparto de escaños, ya que los socialistas perdieron en Álava un diputado a favor de EA por tan sólo ocho votos. De confirmarse los 25 escaños del PSE, socialistas y populares serían suficientes para conformar la mayoría absoluta.

Pero el posible paso de un Ejecutivo formado exclusivamente por nacionalistas a otro liderado por el PSE con el apoyo exclusivo de los no nacionalistas no es la mejor forma de acabar con la división en la sociedad vasca, según ha afirmado el peneuvista Iñaki Anasagasti, que ha reclamado esta mañana «consenso» y no gobernar desde un «frentismo españolista».

Análisis de los resultados

Desde las diez de la mañana, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, preside la Ejecutiva Federal del partido en la que se analizan los resultados.

El vicesecretario general, José Blanco, ya anunció ayer que se dará manos libres a López para que intente formar gobierno, si bien pidió cautela en las negociaciones. «Vamos a hacer ese esfuerzo de diálogo, sin excluir a nadie», ha insistido esta mañana Blanco.

En ese sentido, el secretario general del PSE en el Congreso, Ramón Jauregui, ha recalcado esta mañana que no es «fácil» que el PNV forme gobierno aunque sea a esta formación a quien «le corresponde».

«El PNV ha fagocitado a todos sus socios», según Jaúregui, para quien es inviable que los socialistas vascos apoyen a Ibarretxe porque no son «las mismas circunstancias que hace 20 años», cuando sí hubo entendimiento entre las dos fuerzas. «Lo más previsible es que el PSE intente formar gobierno», ha apuntado Jauregui.

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