El miedo de la familia de Emilio -el «justiciero de la maza»- a las represalias de los proetarras

El miedo de la familia de Emilio -el "justiciero de la maza"- a las represalias de los proetarras

(PD).- Lo suyo fue una gota de ira en un mar de miedo y resignación. Pero su familia teme las represalias de los proetarras y empujada por unos medios de comunicación que se la agarran con papel de fumar, anda ya dando explicaciones y pidiendo veladamente disculpas a los facinerosos de Batasuna.

Lo han hecho con una nota remitida a la Agencia EFE, en la que afirman que Emilio Gutiérrez -el hombre que el martes pasado atacó con una maza la ‘herriko taberna’ de la población guipuzcoana de Lazcano-, se arrepintió «de inmediato» de su reacción.

«Ningún acto de violencia está justificado», dice la nota , en la que se obvia que el protagonista de los hechos se ha refugiado en un lugar desconocido, tras haber abandonado su pueblo forzado por los carteles amenazantes que al día siguiente aparecieron en sus calles y aconsejado por la Ertzaina que parece incapaz de darle protección.

Emilio no podrá votar el domingo en su pueblo de Lazcano. Ha tenido que exiliarse. Como en algunas películas del Oeste o de la mafia, sabe que, si vuelve, le harán la vida imposible. Quizá lo maten.

Lo han señalado con una diana. Los amigos de los pistoleros se manifestaron llamándole fascista. Los periodistas no nos atrevemos a decir dónde se ha escondido, por miedo a que lo busquen los asesinos.

Y los dirigentes políticos no saben qué decir: a veces censuran lo que hizo, a veces lo comprenden, a veces lo censuran al tiempo que dicen comprenderlo.

Lo que hizo fue reaccionar con ira ante lo que habían hecho con él: una bomba le destrozó su casa. Cogió una maza, se acercó a la herriko taberna, y la emprendió a mazazos: ojo por ojo, la justicia por su mano. Es el hombre de la maza.

Todos lo hemos visto en televisión. Y nos ha creado un problema moral: en el fondo, la mayoría estamos de acuerdo con su actitud, pero casi nadie se atreve a decirlo. Ni siquiera sus parientes.

LA NOTA DE LA FAMILIA

Los allegados han hecho constar el arrepentimiento del agresor, que «fue inmediato», según la nota, y han procurado dejar patente su absoluto respeto por la justicia.

«Emilio y el resto de miembros de esta familia siempre hemos respetado la justicia como el único medio válido para la resolución de los conflictos y el castigo de los culpables en el marco del Estado de Derecho», han subrayado los familiares de Gutiérrez.

Se han multiplicado en Internet las muestras de respaldo a Gutiérrez, justificando que destrozara la «herriko taberna» porque una bomba de ETA contra la Casa del Pueblo de Lazkao había dañado seriamente su casa recién reformada.

Incluso se ha creado una cuenta a través de una página web para que las personas que quieran puedan ayudarle económicamente, una iniciativa que, sin embargo, no ha sido autorizada por el afectado. «Ni Emilio ni el resto de la familia hemos autorizado iniciativa alguna de recogida de firmas de apoyo, ayuda económica o cualquier otro tipo de actuación», han remarcado en el comunicado.

Los familiares rechazan el trato informativo

Aunque han admitido que no pueden impedir que cualquier ciudadano utilice libremente los medios electrónicos para apoyarles, la familia Gutiérrez ha recalcado que no está en su «ánimo o interés actual» impulsar campaña alguna en torno a estos hechos.

De esta manera, han asegurado agradecer «profundamente» las muestras de apoyo de «aquellos que han entendido la prolongada situación que provocó la acción de Emilio». Su escrito va dirigido además a los medios de comunicación, por cuyo interés se muestran igualmente agradecidos, con el fin de anunciar que ni él ni sus allegados van a hacer declaraciones.

Así, han pedido a los periodistas que «entiendan y se hagan cargo de la situación por la que atraviesa la familia» y les han rogado que se abstengan de intentar ponerse en contacto con ellos. En todo caso, han apuntado que, si llegara el caso, nombrarían un portavoz para hacer las veces de intermediario con la prensa.

Los familiares de Gutiérrez han expresado su «rechazo» al tratamiento informativo dado al caso por algunos medios, por haber estado «muy alejado del ejercicio profesional del periodismo» y han reprobado el «circo mediático» en que «alguna cadena de televisión» ha convertido este «hecho aislado».

La nota que recoge las primeras consideraciones públicas de la familia de Gutiérrez tras el incidente del martes en Lazkao está fechada hoy, aunque no hace constar el lugar donde ha sido redactada.

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