Carme Chacón ha dejado claro que -a pesar de la cantidad de entorchados generales que hay en las Fuerzas Armadas españolas- es ella quien lleva los pantalones en el Ministerio de Defensa.
La ministra no perdió la oportunidad de dar la nota con un vestuario totalmente impropio de un acto de las características de la Pascua Militar y de un entorno como el Palacio Real.
A diferencia de Zapatero y Rubalcaba, que cumplieron estrictamente con las normas de etiqueta, Chacón hizo una interpretación más personal de los requisitos del protocolo y cambió el vestido largo por el esmoquin. También llamó la atención su masculino peinado y maquillaje.
El traje de Chacón siembra dudas sobre si cumplía la etiqueta que impuso la Casa del Rey. «¡No puede ser! ¿Viene en pantalones?», preguntó un reportero asiduo a los programas del corazón que no quería creérselo. Pero Defensa alegó que el traje de la ministra era un esmoquin, que ella no era era invitada sino protagonista y que «se ajustaba al protocolo». Según El País, la Casa del Rey dio el visto bueno tras ser consultada.
Como dice Público, Chacón «sabe de símbolos. De su importancia, de cómo quedan clavados en la retina». La indumentaria de Chacón (un traje de chaqueta de Purificación García) fue la comidilla de la Pascua Militar. Según la invitación, las mujeres debían acudir con «vestido largo».
El servicio de protocolo de la Casa del Rey requirió «vestido largo» para la ceremonia castrense a las mujeres y chaqué a los caballeros, y Carme Chacón iba con un traje de pantalón negro. En concreto, según sus colaboradores, con «un traje esmoquin». «Que es equiparable a vestido largo», aseguraron al ver la alarma que creó entre los puristas. La elección de la ministra de Defensa dejó en segundo plano la falda de «color champán» de la Reina, la «verde pálido» de Letizia y esos detalles de las vestimentas de la familia real que amenizan ese tipo de actos.
El atuendo de Chacón, de marcado estilo masculino, contrastaba con los trajes largos que lucían la Reina Sofía y la Princesa Letizia, quien, por cierto repitió el modelo verde lucido el año pasado durante el mismo acto. El vestuario de la ministra se completaba con una blusa de color blanco de cuello mao, con una franja negra en la botonera que desde lejos se confundía con una corbata.
También llamó la atención el peinado y el maquillaje de la ministra: con el pelo totalmente recogido terminado en un moño y una llamativa sombra de ojos rosa, Chacón marcó con su estilo personal el estreno de la primera mujer como titular de Defensa en la Pascua Militar.
Chacón describió lo que es el principal logro de su mandato, el proceso de unificación general de medios y recursos y la centralización del mando en el Estado Mayor de la Defensa «para supervisar y evaluar la preparación de las unidades de la fuerza, así como para velar por su disponibilidad».
El Ministerio de Defensa sufre este año un recorte del 2,9 por ciento de sus presupuestos, el mayor de los departamentos llamados «de inversión». Frente a la preocupación y los problemas de los estados mayores para encajar los inevitables planes de ahorro, Chacón reiteró que España necesita unos ejércitos eficaces y también eficientes.
«En el difícil escenario económico en el que nos hallamos, las Fuerzas Armadas debían dar ejemplo de austeridad», afirmó la ministra además de expresar su total confianza en el rigor y «la buena administración» de los militares.
