(PD).- Así se las gastan los filoetarras. La dirigente de la ilegalizada ANV, Mariné Pueyo, ha asegurado este viernes que el atentado de ETA contra la sede de EITB en Bilbao no es la única acción contra la libertad de expresión que se da en Euskadi, donde en su opinión «estos ataques los sufren cada día claramente muchísimas personas en este país».
Pueyo, que ha comparecido en una rueda de prensa en San Sebastián junto a Arantza Urkaregi, como representantes de la izquierda abertzale, ha señalado que este atentado «es una prueba más de que el conflicto existe» y de que «la cruda realidad exige a los agentes políticos y sindicales poner manos a la obra para encontrar una solución».
Como suele ser habitual en los pronunciamientos de la izquierda abertzale después de actuar ETA, ha manifestado que «no hay que «limitarse a la mera condena», sino trabajar por «la acumulación de fuerzas» nacionalistas «para superar esta situación, que es dolorosa para todas las partes».
Pueyo, concejala de ANV en el Ayuntamiento de Pamplona, ha opinado también, a preguntas de los periodistas, sobre la petición de algunos familiares de presos etarras, que el pasado 29 de diciembre participaron en un acto del movimiento de desobediencia civil vascofrancés Demo en Mugerre (Francia), para que se abra un debate en ETA para acabar con el terrorismo.
«La libertad de expresión existe»
Ha indicado que «la libertad de expresión existe y cada uno es libre de opinar lo que considere oportuno».
«Lo que pedimos es que las manifestaciones que se hagan vayan en el camino de buscar la solución definitiva a este conflicto».
Pueyo y Urkaregi han mostrado su apoyo a la marcha convocada para mañana en Bilbao a favor de los presos de ETA y han denunciado «el récord» de reclusos encarcelados, «un número más alto que en el franquismo».
Han asegurado que «la política de dispersión ha fracasado» y han criticado al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, por su «admiración y exaltación de la eficacia policial».
