«¿Es así como vais a liberar a Euskal Herria, echando piedras contra nuestro propio tejado?»

"¿Es así como vais a liberar a Euskal Herria, echando piedras contra nuestro propio tejado?"

(PD).- Es el País Vasco de la partida de tute. La viuda y los hijos de Ignacio Uría, el empresario de Azpeitia asesinado el pasado 3 de diciembre, han hecho público este martes un comunicado en el que lamentan su asesinato a pesar de sentirse «vasco y nacionalista. «Al parecer eso no le era suficiente para poder vivir en libertad en su tierra». El comunicado de los Uria deja algunas preguntas en el aire: ¿Y qué hay de las otras muertes de aquellos que no eran nacionalistas? ¿Tampoco merecían vivir en libertad? ¿Es un tema de elegir bien el tejado o de dejar de tirar piedras de una vez por todas?

La viuda de Uría, Manoli Aramendi, y sus cinco hijos, han difundido un comunicado dirigido a la sociedad vasca «con dolor y agradecimiento», en el que relatan sus sentimientos tras la muerte de Ignacio Uría y opinan, por primera vez, sobre la organización terrorista y sobre quienes no condenan sus asesinatos.

Tras recordar que Ignacio Uría era «una buena persona, un hombre normal, humilde y trabajador» que trabajó desde niño junto a sus hermanos para sacar adelante la empresa constructora que fundó su padre, ponen de relieve que «amaba a Euskalerria» y «se sentía vasco y nacionalista», y destacan que fue asesinado pese a ello: «Al parecer eso no le era suficiente para poder vivir en libertad en su tierra.»

Un sentimiento nacionalista que al parecer comparte toda la familia, ya que en su texto asume no pocas de las expresiones que usan habitualmente los asesinos de su padre y marido, por ejemplo cuando hablan de que «los mismos que dicen estar en contra de las imposiciones que sufre Euskal Herria, le han quitado su derecho a vivir con dos cobardes disparos».

En este sentido, la familia se pregunta:

«¿Cómo se puede estar en contra de las imposiciones y luego imponer una muerte que no tiene vuelta atrás?, ¿no es ésta una clara prueba de hipocresía?».

No obstante, reconocen que estas preguntas se revuelven en su interior y que no tienen respuesta.

En todo el comunicado se puede entrever la sorpresa de la familia al ser víctimas pese a su condición nacionalista, así, preguntan a los asesinos:

«ETA ¿por qué, para qué y en nombre de quién habéis asesinado a Inaxio?, ¿es así como vais a liberar a Euskalerria, echando piedras contra nuestro propio tejado?».

El comunicado dice que el pueblo vasco ya sufrió con anterioridad la represión fascista «y ahora ETA está haciendo lo mismo», añade la nota de Manoli Aramendi y sus hijos, que considera que los únicos logros de este atentado son «destrozar a una familia y hundir todavía más a este pueblo».

Críticas a los que callan

La viuda e hijos del fallecido subrayan asimismo que «también viven entre nosotros otros vascos que no han tenido la valentía de condenar este asesinato», y entre ellos, «sin ir más lejos», «se encuentra el alcalde de Azpeitia», Iñaki Errazkin (ANV), y «sus concejales», que son «del mismo pueblo» donde nacieron Ignacio y su familia.

Tras considerar «muy grave que maten con dos disparos a un hijo de tu pueblo y no seas capaz ni de condenarlo», la familia se dirige a estos representantes de ANV para decirles que «ha llegado a Euskal Herria la hora de dejar atrás la cobardía, para todos, empezando por los políticos hasta el ciudadano más humilde».

Para terminar, la familia Uría reitera su agradecimiento «a la mayoría de los vascos que siente y piensa» como ellos, concluyen su carta dirigiéndose a quienes no condenaron el asesinato y les reclaman que «no sigan tratando de justificar lo injustificable en nombre de la libertad de este pueblo»

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído