(PD).- Las fuerzas de seguridad galas han detenido a Aitzol Iriondo, alias Gurbitz. El criminal había sustituido a Txeroqui como «jefe militar» de ETA y fue el asesino material de dos guardias civiles en Capbreton. Otros dos facinerosos, que acudían a reunirse con él, han sido capturadas en el lugar. Otros tres criminales fueron atrapados casi a la vez, en Irún, cuando venían confiados de reunirse con los de Francia.
Una vez más, la eficacia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la colaboración hispanofrancesa han demostrado cuál es la única vía para acabar con esta lacra social que disfraza el crimen puro y duro con una falsa reivindicación política en forma de nacionalismo identitario.
Como es evidente, sobra cualquier expresión de euforia y no proceden las frases lapidarias sobre la debilidad de ETA o la proximidad de su final, después de que la pasada semana los terroristas cometieran otro vil asesinato en Azpeitia y demostraran que su capacidad operativa sigue existiendo.
El cambio de estrategia del Ejecutivo socialista, desde la negociación a la persecución, es un hecho constatable, sobre cuya base se sustenta el acuerdo de fondo entre PSOE y PP en una lucha antiterrorista que ha demostrado su eficacia en el pasado.
También resulta evidente que la etapa de negociación y la falsa «tregua» declarada en su momento por ETA han servido a la banda para recuperar fuerzas y rehacer sus comandos operativos.
En ese sentido, el mal ya está hecho y lo que ahora procede es recuperar el tiempo perdido en la lucha policial, como se refleja en las brillantes detenciones de ayer, sumadas a las que han tenido lugar en los últimos meses.
EL JEFE MÁS BREVE DE ETA
Aitzol Iriondo nació el 8 de marzo de 1977 en San Sebastián y, según su ficha policial, mide 1,65 metros. La operación de caza y captura la han desarrollado conjuntamente la policía francesa y la Guardia Civil.
El nuevo golpe policial a ETA llega sólo cinco días después del asesinato del empresario vasco Ignacio Uria Mendizabal, cometido en la localidad Azpeitia (Guipúzcoa).
RUBALCABA: UN ASESINO DE GUARDIAS CIVILES
Las Fuerzas de Seguridad tienen datos concretos que apuntan al desalmado Aitzol Iriondo, como el asesino de dos guardias civiles desarmados, en la localidad francesa de Capbreton el 1 de diciembre de 2007.
«[Aitzol] Iriondo es presumiblemente el sustituto de ‘Txeroki’, por tanto se trataría del jefe militar número uno de la banda terrorista ETA, que por cierto ha ejercido sus funciones exactamente tres semanas».
Con estas palabras, el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, daba cuenta de la operación efectuada este lunes en el sur de Francia, en la que se ha detenido al etarra Aitzol Iriondo, lugarteniente de ‘Txeroki’ y su sucesor al frente de la banda.
Rubalcada apuntó a ambos líderes etarras como los responsables del último asesinato de la banda terrorista, el empresario guipuzcoano Ignacio Uria. «No es arriesgado decir que o bien él o bien ‘Txeroki’ serían los responsables de ese asesinato», dijo el ministro.
Otro de los terroristas detenidos en Francia es Eneko Zarrabeitia y se baraja que el tercero sea Asier Borrero.
UN CRIMINAL CON EL ALIAS DE GURBITZ
Iriondo Yarza había pasado a ser el nuevo jefe del aparato militar de la banda terrorista ETA tras la detención el pasado noviembre de Mikel Garikoitz Aspiazu, alias ‘Txeroki’.
Eneko Zarrabeitia formaba comando con el etarra detenido en Santander en 2007, Aritz Arginzoniz Zubiarre. El tercer etarra detenido podría ser Asier Borrero, del ‘comando Vizcaya’.
La ministra del Interior francesa, Michèle Alliot-Marie, anunció esta tarde las detenciones, que según dijo se produjeron cerca de la localidad gala de Bagnères de Bigorre.
La fotografía de Iriondo, considerado más duro que ‘Txeroki’ y que ha sido juzgado en rebeldía en Francia en dos ocasiones, figuraba entre las de los seis etarras más buscados por la Policía y Guardia Civil que fueron colocadas por primera vez, el pasado marzo, en las paredes de comisarías, gendarmerías y locales de aduanas y aeropuertos de Francia.
EL PERFIL DEL PISTOLERO
Antes de huir a Francia en octubre de 2002 tras la desarticulación del ‘talde’ denominado ‘K-Zelatun’ de apoyo al ‘comando Donosti’, Aitzol Iriondo había sido detenido en dos ocasiones.
La primera detención se produjo en 1994 tras los incidentes registrados en San Sebastián en protesta por la muerte del presunto etarra José María Igerategi, fallecido al explotar la bomba que transportaba. Fue detenido nuevamente en 2002, durante una operación contra la violencia callejera llevada a cabo por la Ertzaintza, informa Efe.
Ya en territorio francés, Iriondo se integró en la estructura de ETA en el país vecino, donde tras ser juzgado en rebeldía por el Tribunal Correccional de París, fue condenado a dos años de cárcel y prohibición definitiva de estancia en Francia el 8 de junio de 2007, y a cuatro años de prisión y prohibición definitiva de estancia en Francia, el 19 de junio de 2008.
Fuentes de la lucha antiterrorista española sospecharon inicialmente que Iriondo era el tercer miembro de ETA, además de los detenidos Asier Bengoa y Saioa Sánchez, que en la localidad francesa de Capbreton asesinó a los guardias civiles, Raúl Centeno y Fernando Trapero, que participaban en una misión de vigilancia contra ETA, el 1 de diciembre de 2008.
A partir del 4 de marzo de 2008 su fotografía, junto a las de los también presuntos miembros de ETA, Garikoitz Aspiazu Rubina, Asier Eceiza Ayerra, Iurgi Mendinueta Mintegui, Izaskun Lesaca Arguelles e Iratxe Sorzábal Diaz fue colocada por las autoridades francesas y españolas, en las fachadas de comisarías, gendarmerías y locales de aduanas y aeropuertos, en la primera operación de este tipo relacionada con ETA en Francia.
El primer cartel, entre los 30.000 preparados con las fotografías de los seis miembros de ETA más buscados por Policía y Guardia Civil y que se cree se esconden en suelo francés, se colocó en la comisaría de Bayona.
