(PD).-Una cadena de atentados en la ciudad india de Bombay no causó ayer daño alguno a la presidenta regional madrileña, Esperanza Aguirre, ni a los empresarios que, desde el lunes, la acompañan en un viaje por el país. La presidenta regional mostró su sangre fría habitual, la misma que le mantuvo en pie tras el accidente del helicóptero en Móstoles, y ordenó abandonar el hotel en pleno tiroteo dejando Bombay en un avión con destino a Zúrich.
Sin embargo, varias decenas de personas murieron y medio centenar resultaron heridas en los ataques, una serie de explosiones y tiroteos localizados en siete puntos de la capital financiera de la India.
La cifra de fallecidos podría rondar los 80. Además, al menos 15 personas fueron tomadas como rehenes en dos de los hoteles donde se registraron tiroteos y explosiones, que afectaron a tres establecimientos hoteleros, bares, restaurantes y una estación de trenes.
Al cierre de esta edición, tanto la Policía como testigos presenciales aseguraron que los tiroteos continuaban y que varios terroristas habían logrado introducirse en los hoteles Oberoy y Taj de Bombay. Dos españoles, un hombre y una mujer están heridos, y tres empresarios de Madrid encerrados en un hotel.
Al menos dos terroristas fueron abatidos cuando intentaban escapar en un coche en el área de Girgaum y varias bombas fueron desactivadas por artificieros de la Policía, informó la agencia india «Pti». Testigos consultados confirmaron la explosión de varios artefactos en las inmediaciones del hotel Taj, mientras que el «lobby» del Oberoy continuaba en llamas.
Una de las acciones terroristas tuvo lugar precisamente en este último establecimiento hotelero, donde, hacia las 22.00 horas locales (cuatro horas y media menos en la España peninsular), los integrantes de la delegación madrileña procedían a registrarse cuando se oyeron varias detonaciones, identificadas en un primer momento como un tiroteo.
El presidente de la patronal CEIM, Arturo Fernández, relató desde Bombay que en el hotel habían «estallado también dos bombas» y que la serie de acciones violentas había sumido la ciudad en el caos.
Mientras Aguirre, algunos estrechos colaboradores y el alcalde de Majadahonda (Madrid), Narciso de Foxá, se desplazaban hasta el aeropuerto para intentar salir de la ciudad, el resto de los integrantes de la delegación fue trasladado al ma_lecón de la playa, con protección policial. Todos menos tres, que quedaron atrapados en el hotel.
Un tiroteo sorprendió a Aguirre en recepción. La presidenta se tiró tras un mostrador para protegerse de las balas. Está a salvo otro español presente ayer en Bombay, el eurodiputado de CiU Ignasi Guardans, que forma parte de un grupo de parlamentarios europeos.
Arturo Fernández dijo de que en el hotel Oberoy había destrozos y que otros edificios de la misma zona también eran objeto de ataques. Explicó que desde el paseo marítimo se podía escuchar y ver el resplandor del tiroteo que se estaba registrando en la ciudad india.
Tras conocer el suceso, don Juan Carlos pudo hablar personalmente con Aguirre para interesarse por su situación y trasladarle su respaldo y su solidaridad, según un portavoz de la Casa del Rey.
También conversó con ella el presidente Zapatero, que se interesó por los momentos que ha vivido en la ciudad india y por sus previsiones para regresar a España. El vicepresidente madrileño, Ignacio González, hablaba con la vicepresidenta Fernández de la Vega, y los ministros de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, e Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, para intercambiar información.
Preocupación por dos eurodiputados
El tiroteo también ha sorprendido en Bombay a una una delegación de eurodiputados, entre ellos Ignasi Guardans, que se encontraban en el otro hotel de lujo atacado, el Taj. Guardans fue quien comunicó lo ocurrido, asegurando que él se encontraba bien, pero que un compañero había resultado herido.
Según fuentes del Parlamento Europeo, no hay ningún herido entre la delegación de eurodiputados de la Comisión de Comercio Internacional de viaje en India. El funcionario que Guardans creía afectado salió corriendo a un hospital cercano, tal vez para refugiarse, pero no ha sufrido ningún impacto.
En cambio, el Parlamento está «muy preocupado» por dos eurodiputados, una alemana y un polaco, y un funcionario parlamentario que permanecen en el hotel, donde, según han relatado ellos por teléfono, los terroristas siguen cogiendo rehenes y se escuchan explosiones.
La eurodiputada alemana, Erika Mann, está «refugiada» en la cocina «de mala manera», mientras el eurodiputado polaco, Jan Tadeusz Masiel, y el funcionario están atrincherados en sus habitaciones. Según los colegas que han podido contactarlos, tienen «mucho miedo» al escuchar explosiones y gritos de los terroristas que cogen rehenes.
El resto de la delegación, incluido Guardans, se encuentran «a salvo», aunque repartidos entre dos restaurantes y, ahora mismo, «no se pueden mover».
