La diputada del PP catalán Montserrat Nebrera ha tildado de «farisea» a la presidenta del partido, Alicia Sánchez Camacho, por criticar los gastos del presidente del Parlament, Ernest Benach, en accesorios para su coche oficial, alegando que los populares también usan el dinero en «beneficio propio».
Escribe Nebrera en su blog:
«Cuando alguien desde la dirección de mi partido se escandaliza por el coche de Benach pienso: ¡fariseo! (o farisea…) Y vosotros, ¿no utilizáis el dinero del partido en beneficio propio? Vosotros, ¿no creéis que el partido es vuestro? Vosotros ¿no estáis pagando fieles de conveniencia para continuar viviendo del cuento?».
En su opinión, el caso de Benach es sólo una «anécdota», y añadió que se ha iniciado una «rebelión cívica» al considerar que los ciudadanos perciben la «vergüenza del hipertrofiado sector público, y la gente en los partidos empieza a estar harta de los caciques y sus trampas».
«Tampoco quiero que con mi dinero se pague la campaña de un candidato y no de otro», añadió Nebrera, quien expuso las dificultades que tienen los candidatos no oficialistas a los congresos provinciales a la hora de acceder a los recursos de los que dispone el partido, como el uso del teléfono, los datos de los afiliados para poder contactar con ellos y el contacto con los medios de comunicación «comprados a golpe de sobre indigno, o de favores inconfesables, o de apuestas de futuro que les permitan sobrevivir».
Considera que no es «inverosímil» que su candidato a la presidencia del PP de Barcelona, Santiago Gotor, no haya sido elegido compromisario. Según Nebrera, hubiera sido un «milagro» su elección, como «a pesar de todos los obstáculos, han conseguido serlo personas que están por la renovación, pero que no lo dicen por no ser masacrados».
Destacó que Gotor era una «pieza a abatir», pero que el partido lo único que ha conseguido es convencer a más gente de que «no hay nada que hacer con los que llevan 20 años viviendo del partido y en el partido, pese a perder sistemáticamente elección tras elección, votantes y simpatías».
