(PD).- El PSOE e IU, incapaces de batir a Esperanza Aguirre ejerciendo su labor, han puesto toda la maquinaria en marcha. Para ello es más necesario que nunca tocar el silbato, entre otros, a los sindicatos -impasibles ante la crisis económica de ZP-. «El Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid pondrá a disposición de los vecinos y vecinas que lo deseen autocares gratuitos para acudir a la concentración. La cita es el martes, 23 de septiembre, a las 17:15 horas».
La cita a la que animaba a acudir el grupo municipal de IU de Rivas a través de su web y para la que el Consistorio cedió autocares municipales era una manifestación sindical orquestada por el Movimiento Ciudadano para la Defensa de la Sanidad Pública, la Coordinadora de Trabajadores de la Sanidad Pública, UGT y CC OO contra la «venta de los nuevos hospitales a empresarios», según publica La Razón.
La manifestación, que congregó a un centenar de personas a las puertas del hotel Ritz, donde el consejero de Sanidad, Juan José Güemes, estaba explicando a empresarios el nuevo Plan de Infraestructuras Sanitarias 2007-2011, para protestar contra «la privatización de la Sanidad madrileña» y para proferir insultos y abucheos contra el consejero.
Mientras que la falta de medidas del Gobierno de Zapatero ante semejante crisis económica, con su derivada en puestos de trabajo destrozados, no están causando ningún tipo de alteración anímica en el cuerpo sindical de España, la gestión sanitaria de la Comunidad de Madrid les lleva a mal traer.
La batalla sindical contra la gestión sanitaria del Gobierno que preside Esperanza Aguirre se ha saldado en los últimos meses con decenas de manifestaciones, insultos, abucheos e incluso intentos de agresión a los miembros de su Ejecutivo.
Dos han sido especialmente violentos, el del pasado mes de febrero frente al Hospital Infanta Cristina de Parla, donde un grupo de manifestantes, entre los que se encontraban miembros del PSOE y de IU, intentaron agredir a Güemes y a Francisco Granados, consejero de Presidencia, Justicia e Interior; y el de este miércoles, cuando a las puertas del hospital Clínico San Carlos, la Policía Nacional tuvo que detener a tres trabajadores del centro (dos del sindicato MATS y uno de UGT) acusados de desórdenes públicos, atentado contra la autoridad y resistencia a los agentes durante la visita del consejero de Sanidad al centro.
El Grupo PRISA, por su parte, desde sus poderosas tribunas, ayuda como puede a caldear el ambiente.
