El futuro que le aguarda a Otegui

(PD).- Arnaldo Otegui saldrá de la prisión guizpuzcoana de Martutene este sábado después de permanecer entre rejas casi catorce meses por el homenaje al etarra José Miguel Beñarán, ‘Argala’, fallecido en 1978, y celebrado en Arrigorriaga (Vizcaya) el 22 de diciembre de 2003.

Aún así, su recuperada libertad no va a ser todo lo dulce que podría esperar un reo. Desde el punto de vista judicial, lo más probable es que el que fuera la cabeza visible de Batasuna le esperen varios años más a la sombra por dos causas que todavía tiene pendientes. Y desde el punto de vista político, todo apunta a que la ‘izquierda abertzale’ no le reciba con los brazos abiertos y quede relegado a un segundo plano, según informa lanacion.es.

El próximo año, Otegui se enfrentará, junto a otros 39 miembros de la ilegalizada Batasuna, a entre diez y catorce años de cárcel por sumisión a ETA, dentro del sumario 35/02, en el que el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón investigó la financiación de ETA a través de las ‘herriko tabernas’ controladas por Batasuna. La Fiscalía ya ha solicitado la apertura de juicio oral, a la espera ahora que la Sala fije una fecha para la celebración de las vistas.

Además, tiene otras dos causas pendientes por delito de enaltecimiento del terrorismo, el mismo por el que la Audiencia Nacional, con la confirmación del Tribunal Supremo, le mandó a la cárcel. En una de ellas se le acusa de enaltecimiento del terrorismo, reunión ilegal y desobediencia grave por su presencia en un mitin celebrado en Anoeta en noviembre de 2004, el primer acto multitudinario tras la ilegalización de Batasuna.

Además, el magistrado Fernando Andreu tiene abierto otro procedimiento por la comisión por parte de Otegui de un delito de enaltecimiento del terrorismo, en este caso por su participación en el homenaje al preso de ETA José María Sagarduy, el recluso de la organización que más tiempo lleva encarcelado.

Aún así, el ex portavoz de la ilegalizada formación se ha salvado de otras causas que tenía y que finalmente fueron archivadas como la que investigó el juez Fernando Grande-Marlaska por un delito de enaltecimiento del terrorismo y otro de manifestación ilegal por participar en el homenaje a Arkaitz Otazua, etarra fallecido tras un tiroteo con al Ertzaintza en el Alto de Herrera (Alava) el 14 de septiembre de 2003.

Otegui incluso se llegó a sentar en el banquillo de los acusados por participar en un homenaje a la etarra Olaia Castresana pero quedó absuelto después de que la Fiscalía, coinciendo con el periodo del alto el fuego decretado por ETA, retirara la acusación. El tribunal que se vio obligado a dejarle exento de toda culpabilidad explicó aún así en un auto que había pruebas suficientes para desvirtuar la presunción de inocencia y condenarle por un delito de enaltecimiento del terrorismo.

Ahora Otegui sale de la cárcel pero todo apunta que la relevancia que ha tenido a lo largo de todos estos años para la ‘izquierda abertzale’ la vaya a perder. Después de ser el cabecilla, el que promovió la tregua de ETA y apostó por el diálogo con el Estado, la banda armada decidió seguir por el camino de la violencia y desechar su propuesta.

El sector más moderado de la banda, dirigido por Josu Ternera, y apoyado por Otegui han perdido poder respecto al lado más duro de Garikoitz Azpiazu, ‘Txeroki’, que respalda la estrategia seguida desde la ruptura de la tregua.

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