Contorsionistas y sexadores de pollo, la apuesta laboral del Ministerio de Trabajo

Contorsionistas y sexadores de pollo, la apuesta laboral del Ministerio de Trabajo

(PD).- El Gobierno ya ha encontrado un método para reducir el creciente número de parados en nuestro país. Los desempleados pueden optar a un puesto de trabajo como sexadores de pollos, criadores de gusanos o contorsionistas. Todo vale cuando el hambre arrecia.

Según cuenta Expansión, el Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura [PDF], que publica trimestralmente el Inem, ofrece un abanico de oportunidades para aquel que no encuentre trabajo. Eso sí, olvídes de los trabajadores de albañil o electricista que tan cotizados estaban con el ‘boom’ del ladrillo.

Ahora lo que se estila es otro tìpo de empleo: sexadores de pollos, trabajadores del alcornoque, criadores de gusanos, expertos en el cultivo de crustáceos, muñequeros artesanales, contorsionistas, humoristas, titiriteros profesionales, artistas de marionetas, equilibristas y fisonomistas de casinos.

Además, también hay sitio para otras profesiones menos imaginativas. Ingenieros y médicos son las profesiones más buscadas. Dentro de la rama sanitaria se demandan especialista en anestología, microbiología, cirugía torácija y pediátrica; asimismo, geofísicos, paleontólogos y astrónomos tampoco tendrán problemas de trabajo.

Y es que las tornas han cambiado. Si antes se buscaba una mano de obra intensiva y poco valor añadido, ahora se demanda una mayor especialización. Es aquí donde reside el problema, aunque la oferta para los empleos de este Catálogo es amplia, no se adecúa con el perfil de los dos millones y medio de parados que hay actualmente. Dos de cada diez desempleados tiene estudios primarios y un tercio no tiene el título de graduado escolar; ante estas cifras, apenas el 5,8% de los parados podría optar a alguno de estos empleos.

A esta situación se le añade la relativa facilidad con la que los parados rechazan un empleo bien por incomparecencia a la gestoría de Trabajo, la falta de implicación o el rechazo a un puesto, que implicaría una infracción leve y la interrupción temporal de las prestaciones por desempleo.

Ahora bien, los Servicios Generales de Empleo interpretan que sólo es una profesión «adecuada» la que cumple alguno de estos requisitos: primero, que el puesto haya sido demandado por el trabajador en el Inem. En segundo lugar, que se trate de una actividad que habitualmente desempeña el solicitante, o bien que se trata de otra profesión, pero que se ajuste a las aptitudes físicas y formativas del demandante. Por último, que la vacante coincida con la última profesión desempeñada por el parado, si duró al menos tres meses.

El 20% del empleo destruido en lo que va de año, a causa de la crisis económica, podría recuperarse si se ocuparan estas vacantes del Inem.

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