(PD).-Los complejos de la democracia que nació del post-franquismo en los años ’70 comienzan a pasar factura a la sociedad española. La salida de un asesino como De Juana ha reabierto el debate sobre la posibilidad de establecer la cadena perpetua para que los terroristas no se pasen con alevosía delante de sus víctimas. Y una encuesta señala que los españoles consideran que fue un error la amnistía de presos etarras en 1976. Son los fantasmas de una democracia débil y atormentada como la española.
El caso De Juana podría marcar el comienzo de una oportunidad histórica para que nuestro país salde una deuda con un pasado ominoso. Su salida de la cárcel, tras cumplir menos de un años de condena por los 25 asesinatos que cometió, ha indignado a una sociedad cansada de ver como se trata mejor a los asesinos que a las víctimas. Cansada de recordar cómo a los guardias civiles asesinados en el País Vasco se los sacaba de las iglesias por la puerta de atrás. Cansada de aguantar los privilegios que la Justicia todavía hoy otorga a asesinos como Elena Beloki, la etarra que está libre para ser madre.
Más de la mitad de los ciudadanos españoles -el 52,7%- considera que fue un error conceder una amnistía en 1976, un año después de la muerte de Franco, a presos políticos que habían luchado contra la dictadura, según datos de la encuesta que ha realizado Sigma Dos para EL MUNDO en el marco del informe sobre los 30 años de democracia. Aquella medida devolvió la libertad a reclusos de ETA, el FRAP y los GRAPO que utilizaron armas y violencia en su combate contra el franquismo.
¿España está pagando los errores de la Transición? No sólo los etarras se están beneficiando de los complejos post-franquistas: también se puede ver que los nacionalistas nunca tuvieron la intención de comportarse como caballeros y respetar aquel pacto que dio lugar a nuestra Constitución de 1978. Aquel sólo fue un paso hacía sus aspiraciones separatistas.
Sin embargo, un 28,9% de los españoles encuestados considera, por contra, que aquella medida tomada hace 32 años fue un acierto, mientras que el 18,4%- no sabe qué decir o no contesta. La opinión de los que mantienen que fue un acierto sólo es mayoritaria entre los encuestados que votan a Izquierda Unida.
Por otro lado, pese a la polémica que ha rodeado su tramitación en las Cortes, la llamada Ley de la Memoria Histórica -aprobada por el Congreso de los Diputados el pasado diciembre- cuenta con el respaldo del 59,5% de las personas consultadas, que creen que era necesaria. -Una de cada tres personas (el 33,4%), sin embargo, no la considera oportuna.
El respaldo a esta ley es mayoritario en todos los grupos de edad y entre los votantes del PSOE e IU, mientras que en el caso de los encuestados que afirman haber votado al PP son mayoría -aunque por un margen escaso, de 48,3% frente a 46,3%- los que no apoyan la Ley.
