El despreciable «hombre de paz»

El despreciable "hombre de paz"

(PD).- «Repugnancia» y «desprecio» son términos que el Gobierno ha utilizado para referirse a De Juana. Qué pronto han olvidado cuando el terrorista era un «hombre de paz» que formaba parte del pack que Zapatero incluyó en las negociaciones con ETA. Es política, sí; pero miserable y lastimera.

Ver al terrorista pasearse por las calles con absoluta libertad resulta tan vergonzoso como las declaraciones de un Gobierno que hace apenas dos años alababa la «voluntad de diálogo» del terrorista. Nada más salir de prisión, De Juana animaba a proseguir la lucha armada; la Fiscalía ya ha tomado cartas en el asunto y busca por dónde imputarle mientras el Gobierno pide que se deje trabajar a la Justicia.

Cómo ha cambiado el criterio. Hace dos años, ese Gobierno que pide actuar a la Justicia negociaba con terrorista y al asesino que produce «repugnancia» era, en definitiva, un hombre de paz. Recuerda Luis María Ansón en su columna de El Imparcial que «el Ejecutivo se sometió al chantaje de la huelga de hambre del criminal, aceptó que le fotografiaran y entrevistaran en un periódico extranjero, le atendió con esmerado miramiento y finalmente le trasladó a San Sebastián, aplicándole beneficios penitenciarios insólitos. De hecho, el etarra quedó en libertad y paseó su catadura por las calles escoltado por su pareja».

¡Qué pronto olvidamos los despropósitos de aquellos meses en que el Gobierno perdió la vergüenza, ofendió la dignidad del Estado, se puso de hinojos ante Eta y negoció políticamente de tú a tú con la banda terrorista!

Las declaraciones de Zapatero en el municipio soriano de San Leonardo de Yagüe hace un par de años fueron concluyentes. Llegó a justificar los artículos en “Gara” por los que luego De Juana Chaos fue condenado. El presidente cumplía lo pactado con Eta. Incluso después de la salvajada de la terminal de Barajas calificó la atrocidad de «accidente» tal y como había acordado con los terroristas, por «si se producía algún atentado incontrolado».

Ahora se ha levantado un clamor popular contra De Juana Chaos al que se ha sumado el Gobierno. Como rectificar es de sabios, si la rectificación fuera sincera, bienvenida sea.

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