Villalobos y Calvo protagonizan una sonada enganchada en el Congreso

(PD).- No se puede decir que ambas andaluzas tengan una relación especialmente buena. Claro que, si le preguntaran a Celia Villalobos con quién se queda, probablemente elegiría a Carmen Calvo antes que a Magdalena Álvarez. Con la ministra de Fomento sí que ha tenido auténticas enganchadas la diputada popular.

Con la ex ministra de Cultura también, aunque menos sonadas. Tuvieron sus más y sus menos cuando la mujer de Pedro Arriola era alcaldesa de Málaga y Calvo la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía. Una vez se enzarzaron por ver quién era más feminista, hasta de eso hacían leña, según publica El Semanal Digital.

Ambas mujeres volvieron a escenificar el miércoles las tiranteces de su relación. Ocurrió durante la Comisión de Igualdad. Y allí estaba la ministra Bibiana Aído -que comparecía para explicar la aplicación de la Ley contra la Violencia de Género- asistiendo algo incrédula a la escena.

Calvo es la presidenta de dicha comisión. Villalobos, una más de sus miembros del PP, pero no la portavoz. Por tanto, no tiene turno de palabra. La comparecencia de la ministra de Igualdad transcurría sin incidentes ni palabros raros. Ya en el último tramo estaba interviniendo la portavoz socialista, Carmen Montón, hablando del incremento del presupuesto para la lucha contra la violencia de género y del descenso de la cifra de mujeres asesinadas.

Hasta cuatro comentarios

Villalobos no estaba de acuerdos con los datos, así que desde su escaño hizo un par de comentarios que obligaron a Calvo a interrumpir la intervención de su compañera de partido para pedirle a la diputada popular que se callara. Al poco de que Montón reanudara su discurso, Villalobos volvió a la carga. Y Calvo, a solicitarle silencio de nuevo: «Señora Villalobos, le pido silencio. Y es la segunda vez que se lo pido».

Pero a los pocos segundos, la popular hizo un cuarto comentario desde su sitio. Y aquello acabó con la paciencia de la presidenta de la Comisión, que amagó con echarla: «Señora Villalobos, le pido que abandone la Comisión. La he llamado al orden dos veces porque está interrumpiendo a quien estaba en el derecho del uso de la palabra. Y usted se conoce muy bien el funcionamiento y el orden de los debates (según el cual se puede expulsar a un parlamentario a la tercera vez que haya que llamarle al orden».

La aludida intentó utilizar su micrófono, pero Calvo volvió a recriminarle su actitud: «No, señora Villalobos, no. No le admito el uso de la palabra, porque usted justamente se ha dedicado a interrumpir el uso de la palabra a quien le correspondía». «¿Cómo que no me permite hablar?», contestó ella visiblemente enfadada.

Ahí parecía que iba a quedar la cosa, porque ni Villalobos dejó su escaño ni Calvo volvió a pedirle que lo hiciera. Pero cuando terminó la comparecencia de la ministra, la diputada popular salió al pasillo haciendo aspavientos y echando pestes. Entre otras cosas, diciendo que aquello parecía «un colegio de Primaria» y que a nadie se le expulsaba por hacer algún comentario desde su escaño.

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