Santiago Abascal: «Si el PP no aprueba la ponencia adecuada, el precio podría ser España»

Santiago Abascal: «Si el PP no aprueba la ponencia adecuada, el precio podría ser España»

José Rosado.- Un programa político «más severo, más audaz y con cierta autocrítica». Así define Santiago Abascal la enmienda que ha presentado, junto a otros compromisarios, a la ponencia política de Rajoy. El diputado del PP en el Parlamento vasco asegura que lo peligroso de la ponencia no es tanto por lo que dice «sino por lo que calla» y cree que algunos dirigentes del partido han convertido la relación con los nacionalistas «en el artículo número 1 del programa del PP».

¿En qué consiste principalmente la enmienda presentada?

Plantea un diagnóstico más severo, más audaz y con cierta autocrítica de todo lo que ha significado el proceso estatutario iniciado por Zapatero en la pasada legislatura. Constatamos que todo ese tipo de reformas tiende hacia una estructura confederal de Estado que afectan a la igualdad de los ciudadanos en todo el territorio nacional y a las libertades públicas.

Es un programa de reforma constitucional parcial que no tratamos de precisar con demasiada exactitud porque tratamos fundamentalmente de dejar claro los principios de la Constitución del año 78. Se plantean reformas en la estructura territorial que redistribuyan con decisión las competencias entre el Estado y las autonomías garantizando su viabilidad; además, reforzar algunas instituciones de la mano de un cambio en la legislación electoral que corrija la sobrerepresentación de los nacionalismos y terminar con el gigantesco equívoco provocado por la distinción entre nacionalidades y regiones que tantos quebraderos de cabeza nos ha dado.

Proponemos una definición más nítida de lo que es el PP en el apartado de principios y valores. No nos quedamos sólo en la definición del centro reformista sino que apelamos a todas las tradiciones del partido.

¿Tiende la ponencia política de Rajoy hacia un sistema confederal?

Es la estructura del Estado la que tiende a ello. Quizá la ponencia política del PP presentada no ha sido tan audaz ni tan reformista como la que nosotros hemos planteado. Esta propuesta, que sólo se puede hacer con el PSOE, abre una vía de agua en el cascote de la izquierda y por la que muchos votantes socialistas podrían acercarse al PP.

Pensamos que la estructura del Estado, y lo confirman los últimos procesos estatutarios, tiende a cierta confederalización y tratamos de poner los remedios para ello. La otra ponencia no era tan certera ni tan audaz en los planteamientos de reforma.

¿Ha perdido la dirección del PP ese espíritu de reforma?

No hemos eliminado la apelación al centro-reformista ya no lo consideramos una definición ideológica. Si pensamos que el PP es un partido reformista y creemos en la centralidad política, no podemos estar hablando de pactos con los nacionalistas, que representan lo más extremo.

¿Y la salida de San Gil representa esa disconformidad?

Ella ha expresado una desconfianza en relación a la Dirección General del partido. María San Gil ha percibido que, a regañadientes, se incluían todas sus propuestas pero que las expresiones públicas de algunos miembros del PP no iban en la dirección de lo que iba a quedar en la ponencia política del partido. Ha interpretado, y con razón, que su ponencia política era papel mojado; una cosa era lo que ponía en el texto y otra lo que se ha manifestado en público por parte de destacados dirigentes del partido que han convertido la relación con los nacionalistas en el artículo número 1 del programa del PP. Esto está muy alejado de lo que sienten, no sólo los compromisarios, sino las bases y los votantes.

No digo que en la ponencia haya un acercamiento al nacionalismo, es más por lo que calla que por lo que dice. No encuentro grandes objeciones, pero hay cosas que no se dicen y son necesarias. No se hace un diagnóstico severo de lo que ha significado el proceso de reformas estatutarias y no se hace un planteamiento reformista suficientemente audaz.

¿Existen mecanismos para presentar candidaturas alternativas?

Hay muchas personas que creemos que no se trata de un problema de personas, sino de ideas. Cada uno podemos tener clara nuestra posición, pero es un problema del rumbo que tiene que tomar el PP ante la disyuntiva nacional y, desgraciadamente, hay dos opciones: dar por amortizados estos años de Zapatero y asumir el cambio en la estructura del Estado o resistir y lanzar una propuesta claramente reformista que salvaguarde los principios de la Constitución.

Probablemente, si algún candidato quisiera presentarse y teniendo en cuenta que se han recogido todos los avales previamente a la presentación de una candidatura alternativa, quizá en Génova se plantearían dar al candidato alternativo, si lo hubiera, los avales necesarios para poder concurrir al Congreso.

¿Le va a pasar factura esa ponencia a Rajoy?

No es ése el debate; me preocupa más que si el PP no hace la ponencia adecuada el precio puede ser España. No pienso en el puesto de Rajoy ni en el mío. Nosotros, que estamos alejados del debate personal, sólo estamos interesados en mantener el rumbo que venía trayendo el PP afianzando algunos principios.

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