(PD).-Las Fuerzas de Seguridad creen que el atentado perpetrado ha sido obra del comando Vizcaya de ETA, tras analizar la forma de actuar de los terroristas y la ruta seguida en su huida. Al igual que ocurrió el pasado 24 de agosto, cuando la banda materializó el fin de la tregua con otro coche bomba contra las instalaciones del Instituto Armado en Durango (Vizcaya), los terroristas han activado una temporizador con escaso margen, el tiempo justo para huir.
Tanto el modus operandi, como el hecho de que los terroristas contasen con infraestructura para robar el coche y ocultarlo, hacen pensar a los investigadores que el comando Vizcaya es el autor del atentado de hoy.
A este comando integrado por los terroristas liberados -a sueldo- Jurdan Martitegi y Arkaitz Goikoetxea se le atribuye, entre otros atentados, el del coche bomba contra el cuartel de la Guardia Civil de Calahorra del pasado mes de marzo. Según los expertos, Martitegi y Goikoetxea forman el «grupo estable» del comando aunque contarían también con al menos dos grupos de apoyo de colaboradores legales -no fichados- algunos de los cuales podrían haber intervenido en varios atentados.
El consejero de Interior vasco, Javier Balza, ha confirmado esta hipótesis, y ha recordado que la forma de actuar en el atentado de hoy es similar a los últimos perpetrados contra los cuarteles de Durango y Calahorra, informa Isabel C. Martínez. Según Balza, para cometer estos atentados se requiere «una infraestructura bastante potente de legales, que sirve de base a los liberados y que va a costar desarticular»
POTENTE EXPLOSIVO
La furgoneta bomba contenía más de 100 kilos de explosivo, según fuentes de la investigación. Los autores del atentado aparcaron el vehículo, un Citroen Berlingo, a unos diez metros de las instalaciones de la Guardia Civil, en una carretera que pasa junto al perímetro de seguridad.
En el lugar se ha producido un boquete de tres metros de diámetro y un metro de profundidad y apenas hay restos del vehículo empleado en el atentado. La explosión ha sido de tal potencia, que el cuartel, situado junto al pantano de Villareal, ha quedado «destruido» porque toda la parte central ha caído «en pleno», han informado fuentes policiales.
Distintos testimonios aseguran que la explosión se ha podido escuchar en tres kilómetros a la redonda. Efectivos de la Ertzaintza han acordonado la zona y el Gobierno vasco ha tenido que enviar a un técnico especialista en atención de emergencias encargado de coordinar los servicios de rescate. Además, se han desplazado hasta el lugar una unidad de rescate en montaña y una unidad canina de rescate de la Ertzaintza y un equipo de «perros del hórreo», una asociación especializada en rescates.
Balza ha confirmado que se trata de un atentado «muy potente» que recuerda otras acciones de la banda terrorista «de hace muchos años». «No es la primer vez que no avisan», ha añadido Balza, en declaraciones a la Cadena SER.
RUBALCABA: «HABÍA CINCO NIÑOS EN EL EL CUARTEL»
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha explicado hoy que en la casa cuartel de Legutiano (Álava), que ha sufrido un atentado terrorista en el que ha resultado muerto un agente y otros cuatro heridos, estaban en el momento del atentado 29 personas, de ellas cinco niños.
El ministro ha visitado hoy el lugar del atentado, luego a los heridos ingresados en los hospitales de Vitoria y posteriormente ha ofrecido una rueda de prensa en la sede de la Delegación del Gobierno.
Rubalcaba ha confirmado los datos que ya se conocían del atentado, como el modus operandi, similar al atentado de Durango: los terroristas llegaron en dos coches, dejaron uno cargado con los explosivos y huyeron en el otro, que ha sido hallado en el puerto de Urkiola.
El ministro ha opinado que ETA ha intentado una masacre, ha confirmado que la vida de los heridos no corre peligro, y ha dicho a ETA: «Estos atentados no nos amedrentan. Las fuerzas de seguridad tenemos un aliciente más para perseguir a los asesinos de Juan Manuel», el agente asesinado.
