(PD).-María San Gil ya no se fía ni de Rajoy ni de su equipo. La presidenta del PP vasco percibe un alejamiento de Rajoy y de su nuevo equipo de «las ideas tradicionales del partido», y tiene el convencimiento de que hay una nueva estrategia en la que se va a intentar un acercamiento a las fuerzas políticas nacionalistas. «Yo no estoy en el PP por el cambio climático», dijo para dar cuenta de todo lo que se juega el PP frente a los nacionalistas en respuesta a los nuevos aires que quieren imponer los «arriolas y los lasalles».
Los problemas para la dirigente popular comenzaron en el seno de la ponencia, cuando José Manuel Soria hizo una declaración propugnando una posible revisión de las relaciones del PP con los partidos nacionalistas, sin que, por más que lo reclamara San Gil, ni Rajoy ni nadie de su equipo lo desautorizara.
Según fuentes del PP vasco, en sus conversaciones Rajoy le juraba y perjuraba a su baronesa vasca que la postura del PP hacia los nacionalistas no cambiaría. Pero después el diputado José María Lassalle, hombre de confianza a quien el líder popular encargó articular la ponencia en la sombra y defensor de ese acercamiento, hacía y deshacía sin contar con la opinión de San Gil. «Se han reído de ella», señala contundente un dirigente del PP vasco.
Y desde El Semanal se habla de una estrategia de desestabilización porque hay en Génova quien no duda en señalar que el desplante de San Gil es un paso más de una «estrategia de desestabilización de Rajoy».
En la que engloban a Jaime Mayor Oreja -su antecesor en el cargo-, Esperanza Aguirre, Gustavo de Arístegui y hasta Ángel Acebes. «La ponencia no es más que la excusa», señalan estas otras fuentes. Este lunes todos ellos y muchos dirigentes nacionales y vascos más se posicionaron a favor de la decisión de la protagonista de este nuevo frente en el PP.
Hay quienes aseguran que Rajoy ha caído en manos del sociólogo de cabecera del PP y marido de Celia Villalobos, que no quiere ver peligar su actual estatus y “los 50.000 euros al mes que se lleva de las arcas del partido”, según cuenta Federico Quevedo en El Confidencial.
Lo cierto, en cualquier caso, es que, como señalaba ayer una fuente del partido, algo pasa cuando “personas tan relevantes y tan poco sospechosas de ser enemigos de Rajoy como María San Gil y Gustavo de Arístegui marcan distancias con el líder del PP”. Y añaden que “quizás Rajoy debería pensar qué es lo que ha hecho mal, porqué se ha enrocado en su despacho con Arriola y se niega a tomar cartas en el asunto y arreglar las cosas de cara al Congreso de junio”.
Y hay que señalar que San Gil no está sola y que varias voces se sumaron en defensa de la líder del PP vasco, como Aguirre, Ana Botella, Ángel Acebes… Rajoy comienza a sumar deserciones entre los que hasta ahora eran ‘los suyos’ y, como dice una fuente del entorno de Rato, “se ha encerrado en su particular Álamo y solo escucha a Arriola”. De hecho, las dudas sobre el propio Rajoy empiezan a ser importantes y esta mismas fuente reconoce que “se le ha perdido el respeto”. Por el contrario, en su entorno se afirma que quienes dicen eso es que “no le conocen”.
«Yo no estoy en el PP por el cambio climático. Aquí hay un problema de suicidio colectivo», era ayer su sentencia a todo lo que está ocurriendo en el PP desde la derrota electoral del 9-M.
