Alejandro Agag quiere convertirse en una estrella empresarial del fútbol de Inglaterra

Alejandro Agag quiere convertirse en una estrella empresarial del fútbol de Inglaterra

(PD).- Si hay algo de lo que puede presumir Alejandro Agag es de su buena estrella. Y no solamente por la felicidad de su matrimonio con Ana Aznar, que también, sino por la concatenación de hechos que, gracias a esos caprichos del destino, viene impulsando su meteórica carrera profesional. Con una agenda de contactos internacionales que para sí quisiera José Luis Rodríguez Zapatero, el yernísimo sabe olfatear una oportunidad de hacer un buen negocio y, lo que es mucho más importante, aprovecharla.

De sus andanzas empresariales empiezan a saber más los hijos del Reino Unido que los españoles. El hecho de residir en Londres y no en Madrid le ayudó en su última carrera como conseguidor de la Fórmula Uno junto a Bernie Ecclestone y Flavio Briatore. Y a su lado, hace menos de un año, se convirtió en el consejero delegado del Queens Park Rangers, equipo de fútbol inglés que milita en la segunda división de aquel país. Así lo decidieron sus amigos Ecclestone y Briatore, los propietarios del club.

Esa primera incursión de Agag en el mundo del fútbol lo tiene embriagado, según han contado a Garganta Profunda de El Semanal Digital fuentes de su entorno. Y no solamente porque para 2011 el joven empresario espera que uno de los clubes con más historia del fútbol británico regrese a la Premier League sino por el hecho de que es una robusta fuente de ingresos. En efecto, a pesar de militar en la Championship o first division, la mera gestión de los derechos audiovisuales para la retransmisión de los partidos de su Queens Park Rangers tiene entusiasmado a Alejandro Agag.

Y aunque las mismas fuentes se resisten a dar cifras, advierten de que «Alejandro no es fácil de arrebatar con dinero fresco». A la postre, ciertas cantidades deben ser calderilla para el yerno de José María Aznar que tiene en cartera la mayoría del capital del equipo de GP2 de Adrián Campos, Campos Gran Prix, una escudería que compite en la antesala de la Fórmula Uno. Ni siquiera Agag esconde que su inversión en GP2 fue una estación necesaria para dar el salto al paddock de los mayores. Allí está el capital y Agag, que adquirió la exclusiva para comercializar los derechos audiovisuales de la Fórmula 1 en España hasta este 2008, lo sabe.

Le falta jugar a lo grande. Pero quien a buen árbol se arrima…. Mientras llega su hora y se convierte en el nuevo Ron Denis o Jean Todt de los circuitos, o en el sucesor de su amigo Ecclestone, Alejandro Agag se pirra por las pelotas. Y por lo que aseguran no le va nada mal.

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