(PD).- Se le acumulan los problemas al Partido Popular a cada semana que avanza hacia el Congreso de junio. Quien alza ahora la voz, alto y claro, es María San Gil. La presidenta popular en el País Vasco se niega a avalar la tesis de quienes sostienen que el PP se tiene que hacer «simpático» a los nacionalistas y afirma rotunda que un partido que tiene a España como eje sólo podrá acercarse a los nacionalistas, «cuando estos bajen del monte«. Más que nunca, Mariano Rajoy está entre la espada y la pared.
El bombazo llegaba de sopetón, a última hora del domingo. Y el teletipo urgente de las agencias lo decía todo:
«María San Gil abandona la redacción de la ponencia política por diferencias de criterio fundamentales en el seno de la misma».
La conmoción en la calle Génova, donde abundan quienes sólo maniobran para «colocarse», fue absoluta.
Lo de menos, a esas horas intempestivas de un domingo lluvioso, ha sido que alguien levantara la voz contra la línea que parece imponerse en el «nuevo PP» de Mariano Rajoy.
Lo tremendo, lo conmovedor, es que lo haya hecho «María». Porque en el seno del PP, «María» no parece tener apellido. Ella es, de alguna manera, la conciencia nacional del partido.
A sólo dos días de presentarse en público la ponencia, era un secreto a voces que la presidenta del PP vasco no estaba en sintonía con lo que proponían, respecto a la relación con los nacionalistas, la senadora catalana Alicia Sánchez Camacho y a José Manuel Soria, presidente del PP canario.
Sobre todo este último, porque Alicia -sin la energía y la dureza de María- tampoco estaba a favor de ponerse a partir piñones con quienes -sin matices- quieren partir España.
Desde el entorno de Rajoy se dejaron transcurrir los días, en medio de una tensa calma, y se trabajo para consensuar las dos posturas.
Creían tenerlo todo «apañado», pero María San Gil segúia firme, porque la vasca repitió hasta hartarse que el acercamiento a los nacionalistas no hace más que ayudarles en su estrategia de radicalización.
Incapaz de imponer su criterio, que es el de muchos dirigientes como Jaime Mayor Oreja, Alejo Vidal Quadras y bastantes más, María San Gil ha roto la baraja y pone a Rajoy en un brete.
Ha puntualizado que su abandono se debe a «diferencias de criterio fundamentales en el seno del equipo que prepara la ponencia política para el próximo congreso del partido, peroq eu seguirá aportando sus puntos de vista para mejorar la estrategia del PP.
Sobre las diferencias de criterio, María sostiene que «la historia demuestra que si te acercas al nacionalismo, éste se radicaliza mucho más. La única forma de frenar sus ansias independentistas es con la ley en la mano y defendiendo un proyecto alternativo».
«La unidad y la defensa de unos valores determinados han sido nuestra principal fortaleza. Estamos atravesando un momento muy difícil, pero confío en mi formación y estoy casi convencida de que esto derivará en un partido unido y cohesionado»
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¿UN PP REFORMISTA, LIBERAL Y CENTRISTA?
José Manuel Soria, presidente del PP canario y vicepresidente del Ejecutivo autonómico en alianza con los nacionalistas de Coalición Canaria, ha adelantado algunos aspectos de la ponencia política del PP, que él y Alicia Sánchez camacho apoyan contra el criterio de maría San Gil.
El texto define al PP como una formación «reformista, liberal y centrista», apuesta por impulsar los pactos de Estado con el PSOE, recuperar el Pacto por las Libertades y Contra el Terrorismo para «derrotar» a ETA y aplicar una política de inmigración «realista».
Es centrista, prosiguió, porque «hace de la moderación un uso permanente en su acción política»; reformista porque «entiende que la reforma es la herramienta más importante para avanzar»; y liberal porque entiende que «la libertad de la persona individualmente considerada está en la esencia de toda» la acción política del PP.
Tras este preámbulo y definición de principios, avanzó que la ponencia recoge un «conjunto de ofertas programáticas» a «cada uno de los problemas que hay en España», en política exterior, de seguridad o territorial, siguiendo la línea marcada por el programa electoral con el que el partido concurrió a los comicios del 9 de marzo.
En política antiterrorista, Soria explica que el objetivo del PP pasa por la «derrota total» de ETA, sin «ningún tipo de concesión a los terroristas» y apostando por «recuperar el Pacto Antiterrorista como herramienta para la derrota».
Además, adelantó que la ponencia aboga por promover los Pactos de Estado con el PSOE.
Al ser preguntado si la ponencia política apostará por modular el mensaje del PP en Cataluña y País Vasco, donde el partido ha obtenido peores resultados, Soria no aclaró si este aspecto se mencionará en el documento programático.
La ponencia política también tendrá un apartado dedicado a la inmigración, que, según recordó, debe ser «ordenada, regulada y legal», y luchar contra las mafias que trafican con personas.
DUDAS, PREGUNTAS Y AMBICIONES EN EL PP
Diversos dirigentes de su partido han emplazado a Mariano Rajoy a revelar los nombres del equipo que presentará en su candidatura a la reelección y el presidente del PP destapó ayer un nombre: Esteban González Pons.
Al secretismo en torno al ‘equipo’ que acompañará a Rajoy que ha causado cierto malestar entre los populares que temen ser marginados, se unen los llamamientos a la convocatoria de primarias por parte de algunos compromisarios de Madrid.
