José Rosado (PD).- A Ibarretxe se le acaba el crédito. Aprovechó la coyuntura del Estatut y las debilidades del Gobierno para lanzar un órdago a la grande. Tenía la esperanza de que el PNV repitiera escaños para poder colar su referéndum ilegal. Pero no ha sido así. Tras el batacazo electoral, al lehendakari le están creciendo los enanos dentro del partido. La hegemonía de los nacionalistas en el Ejecutivo vasco se tambalea y son muchos los que se acuerdan de Imaz.
El presidente del PNV, Íñigo Urkullu, aseguraba este lunes que se puede confiar en un pacto de gobernabilidad con el PSOE ya que el asunto de la consulta -referéndun ilegal- es «una propuesta institucional» del lehendakari, y no del PNV.
Urkullu no se molesta en disimular que su apoyo a la investidura de Zapatero estará condicionado por el Plan Ibarretxe y ya ha avisado que estaría dispuesto a renegociar el mismo. Claro que ahora la pelota no está en su tejado y Zapatero no necesita -por ahora- el apoyo de los nacionalistas vascos para gobernar.
Al presidente del PNV no le ha pasado inadvertido que los resultados electorales son una advertencia de cara a las elecciones autonómicas. En 2005, el PNV necesitó del apoyo de algunos proetarras para gobernar después de una victoria raspada. Atendiendo a los resultados del País Vasco en las generales, los nacionalistas perderían el gobierno.
Iñaki Azkuna, una de las voces fuertes dentro del partido, asegura que atetendiendo a los malos resultados del PNV en el País Vasco el 9 de marzo «no quiere decir» que en las autonómicas y municipales vaya a ocurrir los mismo ya que -en el caso de Bilbao- los ciudadanos «han votado a Zapatero, no a Oleaga».
No le falta razón al alcalde de Bilbao quien, sin embargo, se muestra cauto y entiende que el PNV «debe modernizarse» y aboga por volver a un discurso moderado:
La sociedad quiere unos partidos que busquen entendimiento, que no busquen acritud, unos partidos que hagan todo los posible para pactar y que se dediquen a solucionar los problemas de la gente que es para lo que estamos.
«Importante victoria del PSE»
Nicolás Redondo, que conoce mejor que nadie los entresijos de la política vasca, ha explicado en declaraciones a Periodista Digital que el PNV ya venía sufriendo un gran desgaste desde las elecciones municipales y ha destacado que, ante todo, «se trata de una importante victoria del PSE».
Para Redondo, el fracaso del PNV es consecuencia de «una política radical» que debería obligarles a «meditar».
Ahora se abre una gran oportunidad en el PSOE y el PP para unir posturas en los intereses del Estado.
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