Un rencoroso Zapatero le pasó factura a Marín en su despedida

(PD).- Era su adiós. No había vuelta atrás. Los suyos habían dejado de quererle y él ya está para que le quieran. Buscaba llevarse un recuerdo de unanimidad. No fue posible.

El presidente del Congreso de los Diputados, Manuel Marín, despidió hace unos días la legislatura con un improvisado discurso en el que puso en práctica sus palabras del Día de la Constitución sobre la altura política. Pese a que la mayor parte de su tiempo en la Cámara Baja lo ha pasado exasperado y lidiando con los diputados de uno y otro lado de la Mesa del Congreso, Marín no dudó en pedir perdón a aquellos a los que haya podido hacer daño en sus labores.

Manuel Marín siguió la tradición de sus antecesores y pronunciar unas palabras antes de dar por terminada la Legislatura. «Me voy muy reconfortado», comentó el presidente del Congreso, tras recibir una ovación de las filas del PSOE. Marín quiso despedirse uno a uno de los miembros de la Mesa de la Cámara Baja y después hizo mutis por el lateral que conduce a los escaños del Partido Popular para saludar a su líder, Mariano Rajoy, con quien se fundió en un abrazo, y a otros diputados, incluido el portavoz del Grupo Popular, Eduardo Zaplana, que a lo largo y ancho de la legislatura anunció en varias ocasiones una moción de reprobación contra el presidente saliente.

El caso es que, según cuentan a Garganta Profunda, los fotógrafos buscaron con ahínco otra instantánea, una de esas que, como dice el tópico, valen más que mil palabras, pero no hubo manera. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no quiso dejar a un lado sus «rencillas» con Manuel Marín y evitó quedar inmortalizado con él para desearle lo mejor en su adiós de la vida pública o, al menos, felicitarle la Navidad. Ni siquiera hubo lugar a una imagen «robada» de los dos juntos.

Triste despedida para Marín como presidente de la Cámara, aunque a estas alturas de la película debió de estar habituado. El entendimiento entre ambos hace tiempo que dejó de ser posible.

La actitud de Zapatero para con Manuel Marín quizá rayó la descortesía pero, tras las elecciones generales de marzo llegará una nueva legislatura para la que el PSOE ya tiene su candidato a la presidencia del Congreso: José Bono, ex ministro de Defensa y futuro cabeza de lista por Toledo de los socialistas.

Tal anuncio implicó no solamente el ninguneo de Marín sino que José Luis Rodríguez Zapatero se saltó la soberanía popular que reside en la Cámara, ya que son los diputados los que eligen a su presidente y no el cabeza de lista de un partido político, que es quien, si gana, forma gobierno.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído