(EFE / PD).- José Montilla no esconde que su relación con Zapatero es «compleja» pese a formar parte «de la misma familia política«, con momentos de tensión y de confrontación desde sus respectivas responsabilidades.
En declaraciones a RAC1, Montilla se ha referido a las declaraciones del ex ministro de Defensa José Bono, en las que aseguró que volvía a la política porque Pasqual Maragall ya no era el president de Cataluña y las ha calificado de «boutade» (intervención pretendidamente ingeniosa). Además, el presidente catalán ha dicho que la familia socialista es plural y que la sensibilidad que representa Bono «afortunadamente» no es mayoritaria en el seno del PSOE.
Sobre sus relaciones con Zapatero, Montilla ha señalado que «el presidente español debe pensar en los intereses del conjunto de España y el presidente catalán tiene que defender los intereses de Cataluña» y ha explicado, es este sentido, que esta lógica trasciende «los buenos rollos personales«.
«No es un problema de talante personal sino de defender cosas que a veces serán confrontadas«, ha sentenciado el presidente catalán, que ha indicado que el hecho de pertenecer al mismo partido puede comportar ventajas pero también desventajas.
Montilla ha recordado que ahora es presidente de la Generalitat y que por lo tanto su primera responsabilidad y su primera obligación es Cataluña, por lo que cree «obvio» que las relaciones entre ambos hayan cambiado.
En cualquier caso, ha asegurado que todavía es demasiado pronto para decir si el presidente del Gobierno le ha fallado: «A lo largo del próximo período veremos si falla o no falla«.
Por otra parte, el presidente catalán ha lamentado que «en España hay gente que no nos quiere entender, es más, que no nos quiere, que tiene actitud de rechazo cultivada desde hace un tiempo por una fuerza política«, en alusión al Partido Popular.
En relación con el caos ferroviario, Montilla ha afirmado que hubo «un error de planificación» por parte del Gobierno porque el riesgo de equivocarse al poner una fecha es muy elevado y ha añadido las vallas publicitarias que anunciaban la llegada del AVE eran «absolutamente innecesarias«.
