ZP abucheado: «Negocias porque tu hijo no va en el féretro»


(PD).- Ni los gestos de cariño de los Reyes y los Príncipes de Asturias ni los aplausos de los presentes pudieron paliar el dolor de los familiares y amigos de Raúl Centeno durante el funeral celebrado en el patio central de la Dirección General de la Guardia Civil.

La rabia contenida por algunos familiares estalló al término del acto, cuando se oyeron varias voces que increpaban al presidente español al grito de «traidor».

Ya fuera, unas 200 personas le gritaron lo mismo a Zapatero, e incluso se escuchó algún «vete a comer con ellos», «vete con tus amigos de la paz» o «negocias porque tu hijo no va en el féretro».

LOS REYES EN EL FUNERAL

Don Juan Carlos y Doña Sofía presidieron el triste acto, acompañados por numerosas autoridades políticas y militares: José Luis Rodríguez Zapatero y seis de sus ministros -entre ellos Alfredo Pérez Rubalcaba y José Antonio Alonso-, Mariano Rajoy, Ángel Acebes, Esperanza Aguirre, Alberto Ruiz-Gallardón, Gaspar Llamazares, Antonio Camacho (secretario de Estado de Seguridad) y Joan Mesquida (director de la Guardia Civil y de la Policía Nacional). Y, en representación del Gobierno francés, el embajador galo en España, Bruno Delaye.

Los restos del joven guardia civil asesinado a manos de ETA llegaron a las once a la base aérea de Getafe, donde esperaban las autoridades y más de 200 compañeros. Después fue trasladado a la Dirección General de la Guardia Civil.

Mientras varios agentes de la Benemérita -vestidos con el uniforme de gala- portaban a hombros el féretro, en el patio sonaba una marcha fúnebre interrumpida constantemente por los aplausos. El funeral fue oficiado por el vicario general del Arzobispado castrense, monseñor Ángel Cordero Cordero.

Al término, el Rey le impuso la Cruz al Mérito de la Guardia Civil con distintivo Rojo y la Medalla de Oro de la Policía Nacional.

Uno de los momentos más emotivos fue cuando la madre del joven, Blanca Bayón, recibió una bandera de España a la que se aferraba mientras los compañeros entonaban el himno de la Guardia Civil.

Al final sonó el himno de España y después la marcha fúnebre, nuevamente interrumpida por los cálidos aplausos para despedir a Raúl Centeno, que fue trasladado al cementerio de la Almudena para ser incinerado en una ceremonia privada.

Fue entonces, a la salida, cuando se produjeron algunos gritos y varias de las personas situadas en el exterior increparon al presidente Zapatero.

UN JOVEN EN COMA PROFUNDO

Mientras, su compañero, Fernando Trapero, se debate entre la vida y la muerte en un hospital de Bayona. Estaba previsto que se difundiera un nuevo parte médico a la una de la tarde, pero la Dirección hospitalaria ha decidido que a partir de ahora sea la Policía Judicial la que dé las novedades del estado del joven, de 23 años.

El último parte no puede ser más pesimista:

«En coma y sin ningún tipo de actividad cerebral».

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