Condenas de 25 a 43 años para los nueve adultos que mataron a un joven en Berga

(Agencias / PD).- La Audiencia de Barcelona ha condenado a penas de entre 25 y 43 años a los nueve adultos de la agresión vivida en las Festes de la Patum de Berga (Barcelona) de 2005 y que costó la vida al joven Josep Maria Isanta, además de heridas a otras tres personas.

La Sección Séptima de la Audiencia considera a los nueve acusados cooperadores necesarios de un delito de asesinato con alevosía -tal y como reclamaba la familia Isanta- y de tres homicidios en grado de tentativa, y les condena también por un delito de amenazas, otro de desórdenes públicos y varias faltas de lesiones y de maltratos.

Tal y como se recoge en el escrito, los nueve adultos arrestados tras la muerte de Isanta actuaron de forma organizada y conjunta para agredir a los presentes en un concierto de rock alternativo que se celebraba en una de las carpas instaladas en la localidad. Según se ha establecido a lo largo del juicio, mientras uno de ellos asestaba las puñaladas mortales a Isanta, el resto lo rodeaba para evitar que fuera ayudado por sus amigos.

Dos de los acusados han sido condenados a 25 años y medio, al entender que en el momento del ataque se encontraban bajo el efecto de las drogas.

Cabe recordar que en este mismo caso, en 2006 seis menores de edad implicados en la pelea tumultuosa en la que perdió la vida Isanta fueron condenados a cumplir entre tres y siete años en régimen de internamiento.

Agresión premeditada

Los hechos ocurrieron el 27 de mayo de 2005, en plenas fiestas de la Patum, cuando un grupo integrado por entre 15 y 20 jóvenes, entre ellos los nueve condenados, se desplazaron a una zona donde se celebraba un concierto y empezaron a agredir a otros jóvenes que disfrutaban de la actuación, causando heridas de diversa consideración a once personas.

Posteriormente arremetieron contra un joven, hermano de Josep María Isanta, quien acudió en su defensa, momento en que fue rodeado por el grupo agresor, que le propinó golpes, puñetazos y patadas, así como tres puñaladas que acabaron con su vida.

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