El etarra Guridi dice que «la propuesta para solucionar el conflicto todavía está encima de la mesa»

(Agencias / PD).- El ex dirigente de ETA, Juan Antonio Olarra Guridi, ha asegurado hoy en la Audiencia Nacional, donde hoy ha sido juzgado por la muerte de un mosso d’Esquadra en 2001, que «la propuesta para solucionar el conflicto político en Euskal Herria todavía está encima de la mesa», al tiempo que ha reivindicado los «esfuerzos» realizados por la banda terrorista para alcanzar la paz.

«He escuchado a los abogados de las asociaciones de víctimas asegurar que hacen esfuerzos por que el conflicto se solucione, pero ETA también ha hecho esfuerzos: en el 99 estuvimos sentados con el PP con este fin y también durante el último proceso con el PSOE y todavía está encima de la mesa la propuesta para solucionar el conflicto político», ha asegurado el etarra en su turno de última palabra en el juicio.

Asimismo, Olarra Guridi ha advertido de que que «hasta que no haya una solución política en Euskal Herria, los juicios por terrorismo continuarán durante esta generación, la siguiente y la siguiente». «Reconocer la personalidad del País Vasco y la territorialidad de Euskal Herria, eso solucionaría el conflicto», ha sentenciado.

Olarra Guridi ha asumido la dirección del aparato militar de ETA tras la detención de Javier García Gaztelu, alias ‘Txapote’ y hoy fue juzgado en la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional acusado de ordenar la colocación en marzo de 2001 de un coche-bomba en la urbanización Santa Margarita de la localidad gerundense de Roses, cuya explosión provocó la muerte de un mosso d’esquadra.
La Fiscalía, que ya se opuso a la apertura de este juicio, ha mantenido hoy su solicitud de absolver al etarra por falta de pruebas y porque, según ha explicado el representante del ministerio público Miguel Angel Carballo, el hecho de que el etarra sea juzgado actualmente por estos hechos produciría efectos de cosa juzgado e impediría un enjuiciamiento futuro si aparecieran nuevas pruebas de su incriminación.

No obstante, frente a la postura de la Fiscalía, las acusaciones particulares personadas en la causa por parte de la familia del fallecido y por la Generalitat de Catalunya, consideran que Olarra Guridi pudo ser el inductor de esta acción y entregó el coche-bomba a las personas que se encargaron de colocarlo. Por ello, piden para él una pena de 80 y 73 años de cárcel respectivamente por los delitos de estragos terroristas, asesinato y lesiones.

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