(Agencias / PD).- Zapatero apuesta por el ecologismo y por la «solidaridaz». El presidente promete también que, si gana las elecciones, España será el primero de los diez países más ricos del mundo en dedicar el 0,7% del PIB al desarrollo y, en ese contexto, ha destacado la lucha contra el cambio climático y ha pedido no trivializarla. El quiere ser un presi verde y comprometido. Con las elecciones, por lo menos.
En la inauguración del «Encuentro de la Cooperación española para el Desarrollo«, Zapatero ha hecho balance de los avances logrados en esta legislatura, ha recordado que con los presupuestos que comenzaron a tramitarse ayer se destinará a cooperación el 0,5% del PIB y ha reiterado su compromiso de alcanzar el 0,7 en la próxima legislatura.
Entre los objetivos de esa cooperación ha citado la lucha contra el calentamiento global y la obligación de España de preservar la sostenibilidad para las generaciones futuras y ha pedido que no se olvide, se descuide o se trivialice ese asunto.
Tras recordar que España es uno de los países más expuestos a las consecuencias del cambio climático, ha situado como prioridad de su Gobierno el cumplimiento de los compromisos de Kioto y ha destacado los cerca de 500 proyectos financiados por la cooperación española en este área, fundamentalmente en América Latina, el Mediterráneo y Oriente Medio.
Ante un auditorio compuesto por representantes de organismos y organizaciones de ayuda al desarrollo, el presidente del Gobierno ha definido la cooperación como «una política de Estado«.
Según Zapatero, España «ha abandonado el furgón de cola» para convertirse en uno de los países «que tiran de la máquina», pero debe todavía incrementar ese esfuerzo con más recursos, más coherencia en las políticas y más coordinación entre todos los actores. En ese contexto ha adelantado la creación de un Consejo de Política Social de Cooperación en el que participarán comunidades autónomas y Ayuntamientos.
Mejor tratamiento fiscal para los cooperantes
Después de reiterar su apuesta por la ONU y por los proyectos de condonación de deuda externa, ha destacado la reforma en marcha de la Agencia Española de Cooperación Internacional y se ha comprometido a mejorar el tratamiento fiscal que reciben los cooperantes, cuyo trabajo, ha dicho, «dignifican nuestro país» y son «la auténtica imagen de España».
«La identidad de un país depende no sólo de cómo nos veamos a nosotros mismos, sino, ante todo, de cómo nos miren los demás«, ha afirmado Zapatero, convencido de que, en el siglo XXI, un país se mide por su compromiso con los más débiles, con la justicia y con la igualdad. En ese sentido ha estimado que España «es un país mejor» que hace cuatro años.
Si en 2004 se destinaron 2.000 millones de euros a cooperación, en 2007 esta cifra supera los 4.000 millones. Según Zapatero, los presupuestos de 2008 son «unos buenos presupuestos para España» y, para la política de cooperación, «más que buenos, son los mejores presupuestos de la historia«.
El año que viene se destinará el 0,5% del PIB a la ayuda al desarrollo -5.500 millones de euros, casi un billón de las antiguas pesetas y el doble que cuatro años antes-, con lo que el país se situará entre «los nueve mejores del mundo«.
El objetivo del Gobierno, ha manifestado Zapatero, es que la España del siglo XXI sea reconocida por su compromiso con la paz, la igualdad y la defensa de los derechos humanos.
