La noche de ayer estuvo calentita en TVE con los políticos catalanes respondiendo a las preguntas de los españoles. Hubo polémica sobre cuestiones lingüísticas en la intervención del líder de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Josep Lluis Carod-Rovira, que dejó claro que hay que pronunciar su nombre acabado en «p», y que su padre no llegó a ser guardia civil. ¡Faltaría más!
La de Rovira fue la tercera intervención de los políticos catalanes. Estaba encantado con los «preguntones» catalanes, que le saludan en el idioma que a él le gusta, pero nervioso con el resto: cuando un joven se dirigió a él con un «José Luis», le cortó con un:
«Me llamo Josep Lluis, no José Luis (…) No tiene ningún derecho a modificar ni nombre, me llamo Josep Lluis, aquí y en la China».
Y más nervioso se puso cuando una mujer de mediana edad le preguntó por qué se sentía tan catalán cuando era aragonés, su apellido era Pérez y su padre fue miembro de la Guardia Civil. La mujer, con una sonrisa en la cara, aguantó el chaparrón del político que le explicó que esos datos eran falsos, que no todo lo que aparece en internet es real porque él es catalán de nacimiento y su padre fue carabinero pero se salió del cuerpo antes de integrar en la Guardia Civil. Sobre su apellido, habló de que lo único que ha modificado es el guion que separa Carod de Rovira y enseñó una identificación: su tarjeta de sanidad catalana que es con la que se mueve en su «país». ¿Por qué no enseñaría el documento nacional de identidad que es el que todo el mundo utiliza?
Sobre la quema de fotografías del Rey en Cataluña, Carod recordó que también se han quemado imágenes suyas el Día de la Hispanidad y que, aunque lo rechaza, no debe ser delito. El catalán no entiende por qué «una familia» tiene que tener más derechos que el resto:
«Y si es delito, entonces debe serlo igual para todo el mundo… ¿O es que una familia concreta tiene más derechos? Yo no lo puedo admitir».
