Batasuna presenta las detenciones como una «declaración de guerra»

Batasuna presenta las detenciones como una "declaración de guerra"


(PD/Agencias).- No se han ocultado antes, cuando el Gobierno ZP los trataba con mimo y se hablaba de «proceso» y no lo hacen ahora. Puño en alto, a cara descubierta y sacando pecho Pernando Barrena y el resto de los líderes proetarras dicen que la detención de la cúpula de Batasuna es «una declaración de guerra en toda regla».

Batasuna quiso escenificar este sábado que la detención de 20 de los 38 miembros de su Mesa Nacional no ha logrado medrar sus fuerzas. Lo hizo en distintos escenarios, primero con una comparecencia masiva en San Sebastián, a la que asistieron 82 personas, entre ellos Pernando Barrena, Marije Fullaondo y Rafael Díez Usabiaga.

Por la tarde, convocaron cuatro manifestaciones en las tres capitales vascas y en Pamplona, donde no había sido autorizada y fue disuelta por la Policía Nacional.

Quienes entienden que la actuación del Estado de Derecho contra una banda terrorista y sus colaboradores es una «declaración de guerra», no sólo demuestran lo disparatado de sus planteamientos, sino, sobre todo, su voluntad de seguir respondiendo a la legalidad con la violencia, sea ésta de baja o alta intensidad.

No es sólo en las palabras, sino también en los hechos, donde ETA y Batasuna han vuelto a coincidir, pues tras producirse las últimas detenciones se han multiplicado los actos de violencia callejera en varias localidades del País Vasco, entre ellos la quema de la oficina de correos de Lezo, en Guipúzcoa.

Resulta innegable que para que se haya producido esta ofensiva judicial y se haya detenido a quienes antes se trataba como «respetables políticos», ha tenido que haber un cambio de criterio, no sólo por parte del juez Garzón, sino sobre todo por parte del Gobierno ZP, obsesionado ahora por dar imagne de firmeza de cara a las elecciones generales de marzo, más vale tarde que nunca.

No hay otra opción que la «mano dura» con los proetarras. Como revela este domingo El País, después de que ETA atentase de nuevo, Batasuna había caído en manos de los duros, que se estaban preparando para que el partido actuara nuevamente «como un simple instrumento de la estrategia de ETA».

Para ello, Batasuna había decidido pasar a «una fase de enfrentamiento» y se estaba embarcando en una escalada para recuperar el pulso en las calles y aumentar la presión sobre el Gobierno y el PNV.

En esta línea, su objetivo era «la justificación política de la violencia y la colaboración en la generación de un clima de inestabilidad y de coacción, específicamente dirigida hacia los partidos políticos que ETA considera responsables del fracaso de sus pretensiones».

Entre estos partidos figuran el PSOE y el PNV (por haber impedido, a juicio de la banda, sus objetivos en el frustrado proceso de final dialogado de la violencia).

También del PP, como demuestra el acoso sufrido por la alcaldesa de Lizartza. Así consta en un informe de los servicios policiales que han tenido acceso a la documentación incautada a los miembros de la cúpula de Batasuna detenidos el jueves por la noche en Segura (Guipúzcoa).

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