¿Me aseguras que no te olvidare?
Te quiero tanto que podría hacerlo
cuando no quede nada estarás tú,
inequívoco verso por sí extremo,
el acto del instante de los hechos
vivido y repetido siempre y hoy,
y tal como lo ignoras en lo simple
digo que sí lo asumo y que te quiero.
Tal vez estos minutos cosechados
en los primeros rayos de la aurora.
Decidan lo finito indefinido
programando los vuelos desunidos,
la palabra y la voz enjaretada,
única y avisada con afecto
en puerta de los besos infinitos,
y entrada verdadera de esperanza
la primera certeza que nos ama.
José Pómez
http://pomez.net