El superego bebe de la frasca
rema a contracorriente un día y otro
continúa agua abajo contra la gresca
del pantano y el lago y noria y potro.
Lo que puede ser claro acaba siendo
claro como el oficio repetido
del discreto pasaje componiendo
la lucha y la fatiga en lo vivido.
No es un invento nuevo o sorprendente
por el contrario avisa a remolinos
algunos de café con leche ardiente
en dos amanecidas tirachinos.
Y en las puesta de sol también llamadas
pisadas en sembrado troglodita
anuncia sin reparo a carcajadas
convencimiento de ágata infinita.
José Pómez
http://pomez.net