Ciertamente incomprensible
la mariposa no escribe
ni los helechos tampoco
va volando temblorosa
al estilo contrapelo
solitaria entre las flores
no se prenda de los pétalos
y sí se posa en el tallo.
Con sistemático antojo
abre sus alas al limbo
dilatando los esfuerzos
constituyéndose en hojas
profusas junto a la teja
decantada y diferente
no domina el mimetismo
de otros seres colosales.
Y divaga en el geranio
de esa retahíla es mezcla
y se afianza en los sentidos
al tiempo de los ingresos
que no empieza y se vincula
con un total desparpajo
que rescata las ideas
sin perder un solo día
José Pómez
http://pomez.net