Perdonar la madeja al regreso de esperanza
con la maña del gasto y la acogida agradable,
del oleaje suave con jotas del después
deletreadas se aceptan con mucha confianza.
Delicioso el respeto que de caseta salen
todos los pormenores de la verde acogida,
llenan con la verdad la entretenida noche
de los sueños sentados entre puntas sin luces.
Concluye amanecida en primoroso horizonte
y protegido al mismo tiempo en dificultades,
como cuando en bodega se presienten ratones
casualmente dobladas siempre es lo que parece.
Ocurrencias de andamio con diluvio afectuoso
en montaña sin alas caravana de modos,
a gran velocidad se ríen los parecidos
de estacionarios secos en la estación del beso.
José Pómez
http://pomez.net