Se pueden encontrar porque siempre han existidos
en los bosques tupidos de la franca memoria
las caricias vitales elegidas y libres
reencontradas las hojas entre mano y cántaras
ilustradas a veces con espejo ideal
figurando un espacio concreto y desleído.
Ese conjunto estaba varado en la distancia
conocido en las dunas de la suerte crecida
y al desatado oblicuo más teledirigido
que una mecha encendida al socaire de los vientos
pulso al helecho y salta mesurado en el simple
destello rectilíneo de fina llovizna.
Acercar con cariño en la complicada tarde
de las risas ligeras a bravos estornudos
desteñidas cabezas escondidas por huecas
mientras tanto contigo y al frente de las plagas
planificadas motas de lágrimas al viento
se encuentran atrapadas frente a un gato avaro.
De la mordida fácil masticable aprendida
en varias dimensiones incoloras y opacas
el todo insuficiente de ralas pretensiones
descubre la nobleza y esfuerzo de tus manos
haciéndolas tan grandes como pobres en tierra
enormes y vacías otra vez más hambrientos.
Naturalmente nada y nadie alarga esos flecos
gigantescos de sombra con los apresurados
aparece ese cuerpo la escuela y la baldosa
colores de los huertos verdaderas veredas
las cosas no importaron jamás sobre una piel
en este caso abierta una vez más la del toro.
Joaquín
http://pomez.net