En el inesperado
que marcha y que regresa
donde se quiere espera
se ama tarareando
suben tarde los brillos
hambrientos y asustados
el sueño los derrite
con versos adheridos.
Algo así como un pez
de plata embadurnado
que refleja colores
de una piedra amarilla
y un rocío de menta
entre otros dos metales
se convierte en un hilo
de espuma enamorada.
José Pómez
http://pomez.net