La ventana entreabierta al olvido
lleva los versos a la meta atrezo,
y devuelve la pérdida en bandeja
precisa y exigente con los sueños,
apantallados cada noche en vela
dejados fuera del sentido coro,
para desteñir tanta estrella enviada
a ese paraje sin comunicado,
se impone obligación desconocida
y el coherente toma curvatura,
en los sitios de siempre hasta el espacio
recordándote vivo aquí imperfecto.
José Pómez
http://pomez.net